Mi amor está en la cima de su llama,
mi amada en el zenit de su hermosura,
mi corazón desborda de ternura
y ebrio de inspiración mi mente inflama.
Siento en mi alma desbordar los ríos
de mis palabras y de mis canciones,
y al querer modular sus expresiones,
mudos siento temblar los labios míos.
Gran Dios ¿qué extraño caos en mí impera?
Mientras por mí en rïente primavera
fresca surgente de agua viva pasa,
mas me consume de la sed la brasa.