Si un afecto, Señor, puedo ofrecerte

Si un afecto, Señor, puedo ofrecerte
al culto de tus ídolos atento,
con lágrimas de amor te lo presento;
tú en víctima perfecta lo convierte;

que en este sueño tan intenso y fuerte,
de tus misericordias instrumento,
no imagen imitada es lo que siento,
sino un breve misterio de la muerte,

en quien con ojos superiores miro
mi fábrica interior oscurecida;
báñela aquella luz, Señor, aquella

que inspira perfecciones a la vida,
pues permites que goce sin perdella,
experiencias del último suspiro.

 » Leer Mas…

Pródiga de nariz, de ojos avara

Pródiga de nariz, de ojos avara,
espaciosa de boca, angosta en frente,
mejillas de cuaresma penitente,
y barba que en pirámide repara;

bosque do el tiempo con los años ara,
encubierto a la luz del rojo oriente;
fértil mina de pez que eternamente
destila en cada poro un alquitara;

vientre de odre, pecho de amazona,
cuello de tina, brazos de cordeles,
y en piernas de raíces pies de pato;

es dibujada al vivo en líneas fieles,
monseñor, la magnífica persona
di quella che vi piace in bel ritrato.

 » Leer Mas…

LO QUE MERECE NOMBRE DE ESPERANZA

Lo que merece nombre de esperanza
nace de causa de esperar dudosa,
si se espera sin ella, y fe animosa,
si con seguridad es confianza.

Si a complacer en lo imposible alcanza,
puede llamarse adulación forzosa,
y casi posesión toda otra cosa
que quita el miedo a la desconfianza;

declina Amor en quien esperar puede,
que la enajenación y encogimiento
aun discurrir al esperar prohíbe,

Y en el gozoso asombro que pretende,
contemplando posee el pensamiento
todo el bien de que nace y de que vive.

 » Leer Mas…

CORNEJA QUE VESTISTE AJENAS PLUMAS

Corneja que vestiste ajenas plumas,
ganso que le usurpaste al cisne el canto,
cuervo cuyo graznar anuncia llanto,
voz que siendo de Arcadia suena en Cumas;

como hendrija de pipa te rezumas,
el rebozo destapa, quita el manto,
ingenio de almofrex de cal y canto,
ligero como plomo en las espumas;

que dejes de enredar más el urdimbre
de parte de las Musas te conjuro,
antes que el bello Apolo te confunda.

 » Leer Mas…

A CALATAYUD

Bílbilis, aunque el Dios que nació en Delos
te conserve fructífera sin daño
y cuando sobre ti desciende el año
sus guirnaldas te den todos los cielos,

y aunque hagan tus preciosos arroyuelos
fuertes las armas con el noble baño
y aunque eres patria del cortés tacaño
que en todas sus palabras puso anzuelos,

si no encadenas los infieles canes
que tu adüana a los viandantes suelta,
ni tu muro veré, ni tu camino;

que para dar hasta Madrid la vuelta,
embarcarme en Colibre determino,
aunque la dé mayor que Magallanes.

 » Leer Mas…

A FELIPE IV

Qué mucho que en tus lámparas, oh Vesta,
la casta luz tus vírgines desamen,
si en una tiene concubina el flamen,
fuego vecino por lo menos tuesta.

Y ella hace ostentación de tan honesta,
que siempre que ante Séneca la llamen
pasará sin temor por el examen
de recoger el agua en una cesta.

 » Leer Mas…

A LA VIDA QUIETA Y LIBRE

Quiera el primer autor que se eternice
este dichoso estado en que me veo,
adonde en paz mi libertad poseo,
que es el bien de la tierra más felice.

Apaciente cualquiera o martirice
entre quimeras varias su deseo;
llueva rojo metal, seque el Ejeo
y a los hados en suma tiranice;

que yo, mientras el cielo permitiere
que mis ojos de luz ricos se vean,
pobre entre pobres lares verme quiero;

que nunca el rayo a los humildes hiere,
ni Jove deja que afligidos sean
de tirano envidioso o lisonjero.

 » Leer Mas…

A LICE

Lice es aquella; llega, Fausto, y mira
cómo con el cabello dora el viento,
y el rostro juvenil, de donde atento
invisibles Amor sus flechas tira.

Cuán bien con la piedad mezcla la ira
en el mirar risueño y el violento;
la boca, que entre perlas el aliento
de jazmín salutífero respira.

 » Leer Mas…

A UN AMIGO

En la edad de oro, aunque hubo afectos tiernos,
se ve que honestidad guardaron, Niso;
mas la de plata el freno más remiso
vio en frente humana los primeros cuernos.

La de hierro acabó de ensordecernos
a la voz del ejemplo y del aviso;
después ningún metal, de honesto, quiso
intitular la edad de los modernos.

 » Leer Mas…

A UN PRIVADO

Oh tú, que en las sublimes aulas de oro
de reyes vives, huye, y escarmienta
del que a nado escapó de la tormenta,
echando al mar riquezas y tesoro.

Y cuando la Fortuna en su alto coro
vieres que el rostro alegre te presenta,
teme de Amor la rigurosa cuenta,
como tragedia que provoca a lloro.

 » Leer Mas…

SONETO A MADRID

Volverse han muchos a labranzas toscas,
que fueron sus primeros ejercicios;
tratarán los magnates y patricios
en rubias mieses y vacadas hoscas.

Dejarán las culebras ya sus roscas
en que enlazaban huéspedes novicios;
andarán los casados en sus quicios,
pues le dejan en paz su miel las moscas.

 » Leer Mas…

LA PROVIDENCIA

«Dime, Padre común, pues eres justo,
¿por qué ha de permitir tu providencia,
que, arrastrando prisiones la inocencia,
suba la fraude a tribunal augusto?

»¿Quién da fuerzas al brazo, que robusto
hace a tus leyes firme resistencia,
y que el celo, que más la reverencia,
gima a los pies del vencedor injusto?

 » Leer Mas…

Filis, naturaleza

Filis, naturaleza
pide la ostentación y los olores
para sus nuevas flores
a la fértil verdad de tu belleza
y que en meses ajenos
pródigas abran su temor los senos.

De tu cerviz reciba
cándido lustre el de la rosa pura,
como animar procura
su carmesí en tu rostro la más viva;
den tus labios crueles
púrpura más soberbia a los claveles.

 » Leer Mas…