Aquí no hay estaciones
o refinamiento de las costumbres
o té a media tarde
sólo necesidad de lo necesario
como animales adscritos a un instinto primario
sí sabemos que hacer con la tristeza
colocarla a un lado
y trabajar para obtener tan poco
arrastrando nuestros pies chancletudos mugrientos
para cobrar la paga
miserables y avergonzados ante la riqueza
No poseemos nada, Camila
somos braceros
expropiados de las tierras
de ansias de espíritu, de identidad, de sexo
follamos con las yeguas a falta de mujer
los patronos las revisan -su desmejora es indicio-
en esta zoofilia ajena hemos asentado la pobreza
nos reímos nerviosos ante la blancura y los haberes
de quienes arrecian nuestra jornada
Míranos hacinados en el hervor negro
de nuestra piel
nos miras mirando a Adrián
estrechez óptica que consume toda distancia
el color de tu Adrián
es el nuestro
víctima de las comparaciones
de la exagerada lentitud de tu delirio.
Poemas de Carmen Rosa Orozco
Camila es amante de un espíritu o un espíritu ama el cuerpo de Camila
Él venía en las tardes
en las rigurosas tardes de calor.
aletargada
y consciente y ajena de extrañezas.
cuándo vendrá
a estrangular mi sexo
con sus espasmos recodos e infinitudes
ansiaba sus llegadas
era la durmiente que esperaba a su espíritu
No hay diálogos entre los dos
o acercamientos de rostros
o roces de pieles
o los alientos que invaden al ser
entrando por la boca
a través de los besos y
los desesperos
No hay miembros visibles
de ninguna forma
una entrega inmediata
anhelada
como nunca gemida y poseída
Cómo serán sus gemidos
sus latidos
o sus desesperos
nada me inquieta de él
no escuchar su voz
o no poderlo tocar
es un juego de conciencias
no apareadas
no dispuestas para el reconocimiento mutuo
¿soy la amante de un espíritu
o un espíritu es mi amante?
Camila es de otro lugar
al que nadie pertenece
no amamantó al nacer
del pecho de su madre
tampoco después
y tampoco nunca
Desconoce a su padre
a la gente
lo que más desconoce es la vida
no distingue la realidad
y esto la atormenta
y se esconde detrás de la ventana y entre los espejos
mira por largas horas
su rostro
pero no sabe quién es
y si desaparece
también le da miedo
A Camila todo se le concede
pero sus miedos tan intensos
no cesan
y la acosan
y parece un animalito hermoso
que se esconde
sí, hermoso
porque para Camila todo es hermoso
aún lo terrible que le ha sucedido
Camila perdonó a sus violadores y asesinos
porque ella siempre ha estado muerta y serena
aunque parezca convulsa y perversa
Camila ama a los pobres
y hace caridades en secreto
y se pone blanda y llorosa
y quisiera a ayudar a todos los que no tienen
y protegerlos y cuidarlos
pero tiene un solo cuerpo
Y Camila es tan blanda
que perdona todo
y le da tristeza
ver a los otros sufrir
y entonces llora mucho
y todo le asusta
Camila vive en otros mundos
y flota tanto
que todo le parece nuevo borroso
como la mirada de los recién nacidos
tal vez lo que sucede es que no ha nacido
porque nunca entiende nada
y es tan absorta
y poderosamente etérea
que siempre estará en todos los lados
como lo ha deseado
y la leerán por siempre
porque las palabras la han desaparecido
las palabras hermosas de los libros y sus propias palabras
Ahora entiendo
todo será hermoso para Camila
porque ella llora como una niña
mira como los recién nacidos
y no comprende la vida
es como si Camila no existiera
abre tanto los ojos
y lucha por discernir
para la pobre todo es como un sueño
todo -absolutamente- lo que pisa es aire para Camila.
Dar vueltas
demasiadas vueltas
en las puntas de mis pies
y apresar el aire entre mis brazos y mi cuerpo
hasta perder el sentido
y la visión descomponga la materialidad de las cosas
hasta el punto de disgregarlas en montones
y las náuseas en mi estómago
estoy a punto de vomitar
este malestar es terrible
y comienza a fastidiarme
hasta agotar mi paciencia
y me den ganas de darle patadas a todo
no puedo calmarme
quiero vomitar
y dormir para siempre
como los muertos de mi familia
y como todos los muertos
pensar en los muertos
y las cosas del mundo
hastía enormemente
Mi cabeza y estómago
quieren estallar de dolor y de náuseas
No he hablado con nadie este día
y quiero que vengan a ordenar mi casa a limpiarla
que laven mi ropa
siempre he detestado las tareas domésticas
persiste la náusea
y siento deseos de revolcarme en el piso.
Debería permitirme un descanso
Destruí ese monólogo
tan sutil e hilarante
Otra vez:
estos tiempos
en los que provoca ser cruel
y comprender una estructura que no es metálica
De repente,
ver tantos pobres que pululan
y conflictos
y la manera en que se debe ganar el dinero
No sé, pero quisiera ser simple antinatural
seguir y no devolverme
aprender a sostener la marcha
Has vuelto Adrián, y te aborrezco.
El suicidio primero de Camila
fue oscuro
sin voces imágenes o colores
no fue cercano a la muerte
no había pasillos o linderos
nadie la llamaba
ni ella misma se llamaba
fueron días lo que durmió
pero dónde estuvo Camila
dónde estuve
todo era oscuro
por decir algo:
sin ruidos
no había nada
ni oscuro ni ruido ni ella que no sabe donde estuvo
se levantó
no podía caminar
orinada
la boca seca
su lengua casi hasta la garganta
el cabello grasiento
la cama hedionda
y lloró mucho Camila
bañada vestida
y dispuesta a ir a clases
después de regresar de la oscura y callada
muerte primera
Es como si comiendo
purgara culpas faltas atroces denuedos
y abro mi boca
y engullo las imágenes en cada bocado
y debo salvarme
Si lloro un poco más
me vuelvo loca
y no podré correr
ni perforar los ecos
Debo buscar la salutación de las palabras
pero me estorban
todo me incomoda
y temo que hasta el menor hueco
sea habitado
para torturarme
sin que nadie lo precise
y me ría comiendo las uñas
y afeitando las cejas
y trasquilo el cabello
y dejo sin vellos mi pubis
corto mis uñas hasta que sangren los dedos
y todo me duela al mínimo roce
Estoy apretada en estas letras
y tantos amantes no me aportarán
ningún beneficio a la hora de mi muerte
al menos que los mate antes de mí
y llore en sus sangres
y me desespere
y no halle ningún remedio
porque no consigo morir
y esta angustia que no me libera
y luego me suelta
y me desparrama en los deberes
y en los cuerpos que se nombran amor
pero que no se encuentran a mis horas
y me confunden y no los entiendo
porqué están allí
sino sirven para nada
son peores que juguetes viejos
porque ya no entretienen
ni fascinan
De veras,
Camila ya no necesitas algo para morir
o estar acompañada a las horas de tus muertes
Escúchame Camila
que vengo en busca de ti
para llevarte a los rincones propicios de la gloria
de las hablas que emergen
del silencio de los vientos
como zumbido que agranda cuadrículas de silencio
en los espasmos llorosos de tu niña
No hay horas para ti Camila
estás muerta
y es doloroso no saberlo.
Podría guiarme
por los horóscopos un medicamento o una simple hora
pero ya es tarde
no me guío
atajo los espacios y me confundo
es leve esta vulgaridad
y ya no duele.
trato de no pensar en Susana
pero el sol arde en la tarde
en las hojas verdes de las matas
en el silencio de las escaleras solas
y lamento no haberla ultrajado más
con este amor al cual le teme
Su cabellera roja flota
y me desperezo en sus grandes senos
Todos regresan cuando no los amo
en mí todo es frágil
y no he sabido ser fiel
me limito a amarlos
y si todo acaba
qué terrible es admitir que no me importa
hay tantos otros
que el cuerpo no se detiene
las ansias son recíprocas al placer
nada se detiene
-mejor dicho nadie se detiene-
y es risible todo acto contrario
pero su pelo rojo me perturba
y no poder tocar ahora sus senos con mi mano
con la mano derecha suavemente
su pezón erguido
y mi boca lista a tal delicia
Muchos han querido estar a mi lado
incluso Susana
también Adrián
pero todo se dispersa
y no importa que se detengan a mi lado
sólo momentos
una breve eternidad me estorbaría
Semejante al mercurio
huidizo dañino que devora
pienso en todos ellos
siempre sobra a quien amar
las aventuras dilatantes
el fragor que no se achica
y este amor de estar sola en mí
Exquisita tú, mi bella
lujuriosos todos los demás.
Si tomo las hebras
y veo las páginas en blanco
como esperando el fulgor
de quien sabe donde
si olvido dialogar con la otra
que he sido yo
olvido el cepillo de peinarme
olvido donde he dejado esto que llaman mi vida
antes era todo tan simple
caminaba siguiendo mis pasos
no había nada que aprender o dilucidar
la carne no tentaba
-una liviandad tan extrema-
Ahora todo pesa
Quisiera pasear
y no ser vista
seguir con esa indiferencia
en donde ya nada aporta un peso
De veras,
nunca he distinguido las gentes las apariencias el sentido
Podría ser alguien o algo
tener una estructura ósea
o una piel radiante
mirarme al sol
y sólo encontrar hermosura
pero hallo una luz
insujetable
No persigo un lenguaje sencillo
nada persigo
Vuelven las montañas, Adrián
Vuelves tú
te obligo a estar allí
pasivo
De nuevo,
me siento entumecida
¿Lo notan?
Spinoza, Sartre. Deambulo como una perra.
Tu ombligo recrece Camila.
Recuerdas la apostasía de Guillermo,
el infame Guillermo, Camila dice.
Margaret recita a Shakespeare,
Camila dice a Camila y a Adrián.
El tiempo que estoy contigo
es más corto que el de un ladrón, Adrián dijo.