EN EL ÁLBUM FÚNEBRE

A LA MEMORIA DE UNA JOVEN

¡Nadie se muere de amor!

¡Cómo habías de vivir
si amando, pobre mujer,
tenemos que combatir,
y el luchar nunca es vencer,
el luchar siempre es morir!

Cuando entre galas y flores
amor te daba la palma,
le dije a tus amadores:
«No le habléis tanto de amores
que tiene sensible el alma».

 » Leer Mas…

EN EL CASTILLO DE SALVATIERRA

¿Por qué vengo a estas torres olvidadas
a hollar de veinte siglos las ruinas
espantando al subir con mis pisadas
las felices palomas campesinas?

¡Oh Walia! ¿no es verdad que prisioneras
la esclava del feudal y la del moro,
pobres mujeres de remotas eras,
regaron estas torres con su lloro?

 » Leer Mas…

EN LA CATEDRAL DE SEVILLA

Sólo en el pobre altar del pueblo mío
adoré yo al Señor —una mañana:
un templo veo junto a hermoso río
que embelesada miro… no es Guadiana…
De árboles tiene pabellón sombrío,
y por su orilla vi, con gente humana,
venir rugiendo un monstruo devorante
que se tragaba al río palpitante.

 » Leer Mas…

EN LA MUERTE DE LISTA

No le lloréis, amigos, ese canto,
himno de gloria al sueño de la muerte,
era la inspiración del alma fuerte
de aquel varón tan apacible y santo;
ya fatigado de enseñaros tanto,
y ya sintiendo su entusiasmo inerte,
quiso muriendo de su yerto labio
la postrera lección daros el sabio.

 » Leer Mas…

EN LA ÚLTIMA HOJA DEL ÁLBUM

El fin de todo busca el alma mía
porque en esta existencia pasajera
del más hermoso y regalado día
siempre viene a turbarnos la alegría
el miedo del dolor que nos espera.

Si fe tenéis en la amistad lozana
del joven que en la infancia habéis querido,
desvanecida como sombra vana
por otra nueva dejaréis mañana
esa tierna amistad en el olvido.

 » Leer Mas…

EN OTRO (TRADUCIDO DEL DANTE)

¡Eh!… peregrino que por esta vía
atraviesas con planta indiferente,
¿Vienes tal vez de tan remota gente
que el duelo ignoras de la patria mía?

¿Cómo no lloras ¡ay! cuando sombría
cruzas por medio su ciudad doliente,
como quien nada sabe, nada siente
del grave luto que oscurece el día?

 » Leer Mas…

EN UN ÁLBUM DE UNA DAMA DE LISBOA. EL TERREMOTO DE LISBOA

Las torres han temblado sacudidas,
las casas se han movido en sus cimientos,
las piedras y columnas desprendidas
hieren los inseguros pavimentos.

¡Mirad!… Mirad los templos derrumbarse
en masas enormísimas despresos
que abajo con estruendo al desplomarse
estallan de mil víctimas los huesos…

Allá baja el anciano desplomado
de su morada envuelto entre el escombro,
allí el joven sostiene ensangrentado
el quebrantado cráneo sobre el hombro.

 » Leer Mas…

EN UN ÁLBUM DE UNA DAMA DESCREÍDA. NADA CREO

I

Señora, os amo con igual ternura
que en el hora en que os dije mi deseo,
jamás, jamás hallé en mí devaneo
rival a vuestro genio y hermosura…
—Será verdad, garzón, mas no lo creo.

—Alejéme de vos, mas viva y fija
tal memoria llevé en mi corazón
que pensamiento no hay que mi pasión
no anime, no sostenga, no dirija
—Será verdad, mas no lo creo, garzón.

 » Leer Mas…

EN UN ÁLBUM DE UNA PRINCESA ITALIANA

Veggo ardente nel cielo sffolgorare
de sua corona l’ornamento chiaro,
quel chi la luce dá superbo faro
e quel chi fá le piante germinare.

Veggo in la schezzia il pianto scintillare
de la matina, che á la terra è caro,
ascolto il fiume fra l’olcandro amaro
sulla pianura herbosa mormorare:

Odo l’uccelli e la sonora aureta
chi pello azurro spazzio tende il vuolo,
ma questa bello assai ridente stuolo

L’anima mia ancor non rende lietta:
sul bracio trista e languida mi piego
ch»il mio diletto ¡aimè!

 » Leer Mas…

EN UN ÁLBUM QUE ME PRESENTARON

EN UN ÁLBUM QUE ME PRESENTARON CUANDO ESTABA CONTEMPLANDO UNA HERMOSA TARDE

La tarde va a expirar… lejano y tibio
el sol ya terminando su carrera
en las tranquilas aguas reverbera
su postrimera luz:

Y los alegres pájaros meciendo
entre las ondas sus pintadas plumas,
hacen saltar las cándidas espumas
con su leve chapuz.

 » Leer Mas…

EN UN ÁLBUM QUE TENÍA UNA LÁMINA

EN UN ÁLBUM QUE TENÍA UNA LÁMINA QUE REPRESENTABA A LOS ÁNGELES MIRANDO LOS CLAVOS DEL SEÑOR

¡Ved los hombres cuál son, ved qué inhumanos!
Un Redentor el cielo les envía
y en la terrible cruz, dulce María,
clavan los hierros sus divinas manos;
mirad los hierros, y llorad, hermanos,
llorad por el dolor de su agonía
y con lágrimas laven nuestros ojos
los duros clavos en su sangre rojos.

 » Leer Mas…

EN VARIOS ÁLBUMES

EN UN ÁLBUM UNA DE CUYAS PÁGINAS REPRESENTABA EL NACIMIENTO DE JESÚS

Venid, pastoras, el milagro hermoso
del niño Dios a ver; posa en el heno
tiene inclinado el rostro albo y sereno
sobre su descubierto hombro gracioso;
bajo de sus bracitos, tembloroso,
espumas miente, su desnudo seno
y hay, semejante al cerco de la luna,
un resplendor en torno de su cuna.

 » Leer Mas…

ESPRONCEDA

Rompió el divino sol por Oriente,
engalanado en nuevos resplandores,
hervía el prado en olorosas flores,
rebosaba en perfumes el ambiente,
trinaba el ruiseñor más dulcemente,
acrecentaba el agua sus rumores,
de nuestro pueblo humilde el pavimento
retemblaba aguardando algún portento.

 » Leer Mas…

FLOR DE PUREZA

¡Oh de la madre tierra
hija mimada, fruto delicioso,
que en su espíritu encierra
hechizo venturoso,
divino ardor, perfume glorioso!

Flor a mí consagrada,
corona de mis sienes, perla mía,
la sola gloria amada
que mi ambición ansía,
luna en mi noche, sol claro en mi día

¿Dónde estás ¡ay!, adónde
la cabeza gentil triste reclinas?

 » Leer Mas…

GLORIA DE LAS FLORES

Si las flores del jardín
mueren, joven, con el día,
también las de mi poesía
muerte igual tendrán al fin
aunque un poco más tardía.

De abejas la turba ahora
el ramillete florido
de mis cantares adora;
mas cuando hayan perecido
abejas, arpa y cantora,

Tras los años destructores,
¿sabes tú si de esas flores
que hoy brota mi pensamiento
no se habrá llevado el viento
hojas, aroma y colores?

 » Leer Mas…

GLORIA DE LAS GLORIAS

Es dulce recordar sueños de niño,
el vago acento de la edad primera
que en nuestro oído resonar hiciera
el ángel que anunció nuestro cariño;
cuando figuro que tu cuello ciño
en esa edad tranquila y placentera,
embriagada mi alma en sus memorias
digo que amor es gloria de las glorias.

 » Leer Mas…

GLORIA DEL SENTIMIENTO

¡Qué hermoso es Dios, qué hermosa su cabeza!
¡Qué gallardo su andar, su voz qué suave!
Rasgos los cielos son de su belleza,
pasos los siglos de su marcha grave;
la voz de la inmortal naturaleza
de sus conciertos la sonora clave,
su acento arroba, su mirar abrasa,
tiembla el mundo a sus huellas cuando pasa.

 » Leer Mas…

INVITACIÓN

¿Queréis formar un coro,
hermosas las del canto peregrino,
más dulce, más sonoro
que el rumor argentino
del agua y de los pájaros el trino?

¿No veis cómo las aves
cantan en amigable compañía
a unos acentos graves
los otros de alegría,
uniendo en perfectísima armonía?

 » Leer Mas…

LA AURORA DE 1848

Ya se presenta allí, ya nos aguarda:
decid, ¿no os acobarda,
corazones humanos, su venida?
¿hay alguno que inquieto
no esté con el secreto
que esconde el porvenir para su vida?

Yo os conjuro a mirar la última estrella
que humilde luz destella,
cuando empieza a radiar el sol naciente;
y os conjuro, mortales,
a recordar los males
que lloráis del pasado amargamente.

 » Leer Mas…

LA CLAVELLINA

Entre el musgo de mi huerto
germina una hermosa planta
coronada de flor tanta
que su tronco no se ve;
muestra el capullo entreabierto
ya su primer florecilla
y la octava maravilla
son cáliz, hojas y pie.

Venid, hermosas doncellas,
vosotras que amáis las flores,
si los vivos resplandores
no os deslumbran de esa flor;
venid a mirar cuán bellas
brillan sus hojas carmines,
en la suavidad jazmines,
ambares en el olor.

 » Leer Mas…