a Francisco Álvarez Velasco
Poeta, tú que escribes, tú que callas,
tú que eres hombre y además camino
y vas detrás de algún color y hundes
en un amor desnudo tu cuchillo:
la pena es casi todo cuanto vale,
más que la ebria copa vuelta añicos,
más que los rayos de espantado cielo
si de él se desmorona lo infinito.