Si estas manos

??El alma es como una mano??.
Aristóteles

Si estas manos creativas
pirámides que crecen desde el frío
atrajeran tu forma
con su fuerza hacia si
y si la lluvia fuera
una fina fábula
que reconstruye el sueño
y los dedos miraran
coserse el horizonte
en mis yemas rosadas
y se inflamara en el meñique
la tristeza pausa que dora mi ejercicio
aquí la vida
sensación de mis manos
olfateara el suspiro
de tu memoria insípida

 » Leer Mas…

Soneto con estrambote

Senos peras parecen tus violines
desnudos en mi música los muerdo
como cuerpos en fuga los recuerdo
en la gimiente forma sus delfines

Son la carne redonda de sus curvas
que el sueño toca al aire suspendido
en la música forma del gemido
en el verde sombra de sus curvas

Inclina ya la tarde tus pezones
y a través de la música diluye
el mundo que consiente tus razones

Son formas pero son ondulante caricia
fundiéndose en la página que fluye
como tus dos sentidos de justicia

 » Leer Mas…

Tacto fresco

Al tacto fresco del día mi voz se duerme
y en tibia fiesta el sueño surge
ahora se deshace el punto subrayado
y robo al tiempo todas mis edades
a la deriva recorro la ciudad
y me encuentro a varios siglos del futuro
revelado a los ojos que traspasan descubro
árboles brotando en espiral
unos hombres que me miran extraños
deshojado el aire en perspectiva un rumor se aleja
una calle marchándose en cómputos
del cielo se descuelga una araña
con sus labios de piedra
y una indiferencia transcurre extinguiéndola
las aguas de un estanque copian una antigua glorieta
un astro mira el regreso como un pacto
en el dolor de mí la sombra fuga
desgarra el plano el acto de su fe
y mi palabra se extingue en el universo
de una gota de agua
donde oigo resollar las multitudes
y deseo volver a los brazos amados
al té que mi mamá con gusto
cada día nos brinda
ansía la vigilia la otra orilla
al tacto fresco del día que me ve despertar.

 » Leer Mas…

Vencido

Vencido
como una flor nacida del cansancio
duele mi soledad en el insomnio fijo de una piedra
creciendo desde el viento en el pecho de Dios
como un fulgor de cielo obedeciendo a nadie
en la libre emoción de los dormidos
espacio en blanco donde la muerte reproduce mi caída
con las manos vencidas en lo humano
desangrado en lo íntimo
bajo el agua se mueve mi canción
cayendo desde el fruto que retoña
una huella en el símbolo del alma
como el inicio de un aire fugitivo
donde siembra el reflejo enamorado
aquel cansancio gris deshojando el olvido
duerme una hoja seca meditando su huella
vencido en el latido de tu huida
vírgenes los oídos se ahogan en mi tacto
montado al invisible flujo de la sangre
el canto ondula en flor de gravedad
miradas oyéndose en el iris del eros
desnudo de mi mismo deshojado en la sed
como una noche honda que en transparencia se alza
mares del aire nimban mi voz
y mis alas se quiebran en una vida que no es
iba quedando inútil desde una sombra
iba desmayado en un dejo de sal y de desdicha
sostenido en el olvido que equilibra su círculo en lo
nimbado el pan en el barro la muerte
hincado ante la tarde en el silencio tocando la mirada
del ojo fulminando lo no visto
ante la tierra que de humana siente el puño
despedazado en la vocal primera de mi voz
donde se ahoga el crepúsculo
vencido a la última hoja de un árbol que sueña
en la piedra se balancea mi alma
y es breve el canto y allá donde el mar gime
todo tiembla atrás se vuelve oscuro
acaba de apagarse la estrella donde vivo
caen de los labios las palabras
y hueca la cabeza cuelga arriba
me ahorco en mi lengua y renazco en espíritu
en el deseo del mar en lluvia caigo
mordido por la sombra que puebla esta camisa
erizada en la rueda de mis manos
moviendo las palabras como ríos vencidos
en el frágil concierto de los sueños
y en el flujo de una imagen que cegándose muere.

 » Leer Mas…

Amargo amor

Teje tu tela, teje de nuevo tu tela;
deja que el mes de junio azote el invierno de mi patria;
teje la tela de acero y de cemento;
junta tus hilos uno a uno, oh hermoso tejedor;
forma tu tela con fuertes lazos,
con orgullosos rastros de sueño.

 » Leer Mas…

Arpa rota bajo la lluvia

Cuando la lluvia tenue detiene los recuerdos
sobre el mar solitario; cuando el tren ha pasado
dejando en los durmientes sus metálicas furias;
cuando tiembla el almendro tocado por los muertos;
cuando la breve música te borra las distancias
y silencioso escuchas que tu cuerpo ha partido,
que sólo estás en otro cuerpo que te recuerda,
vibra tu mano rota mordida por la lluvia.

 » Leer Mas…

Canto de partida

¡Recíbeme, recíbeme en la noche, oh viejo viento de junio,
mientras regreso bajo las suaves estrellas silenciosas;
viento amado del invierno, viento de lluvia y eco,
recíbeme hasta el último suspiro de tu pecho,
y, ahora que regreso, oh noche, espérame en tu puerta!

 » Leer Mas…

Comienzo

El jardín se ha posado en mi jardín.
Toda su galaxia resplandece a medianoche.
Los árboles destellan, las flores fulgen.
Tiene el césped una tersura de nimbo.
Bajan los Transparentes
y de sus cuerpos surgen peldaños de escala.
Los Radiantes me llaman con sus cristales.

 » Leer Mas…

Dama

Esta dama sin cara ni camisa,
alta de cuello, suave de cintura,
tiene todo el temblor de la hermosura
que el tiempo oculta y el amor desliza.
Esta dama que viene de la brisa
y el rango lleva de su propia altura,
tiene ese no sé qué de la ternura
de una dama sin fin, bella y precisa.

 » Leer Mas…

Distancia de dos

¿Desde dónde surgiste para encender la llama
sobre la nieve sola? ¿Desde dónde los suaves
besos se levantaron sobre tu piel perdida,
enamorada sombra de unos días lejanos?

Cuando hacia ayer subimos, bajaba tu silencio
de la nieve y los ríos.

 » Leer Mas…

Escrito al amanecer

… la más suave doncella
me vierte el aguamanos en jofaina de plata;
me sirve pan y vino sobre mesa pulida
antes de que se acerque la noche.

Y me dormí pensando en él, mientras la nieve
cae profundamente en mi pasado, y cae
sobre este mar de tinta.

 » Leer Mas…

La encantada

La encantada, la ofendida,
la trocada y trastocada,
la que a mí me mudaron
como árbol sin hojas,
como sombra sin cuerpo.
Dios sabe si es fantástica o no es fantástica,
si en el Mundo se encuentra o no se encuentra.

 » Leer Mas…

Lágrimas que dejé

Lágrimas que dejé tras la montaña.
Ojos que no veré sino en la muerte.
A través del adiós, ¿quién me acompaña
si mis ojos que ven no pueden verte?
Lágrimas y ojos que estarán mañana
tan atrás del ayer.
Aquí, donde no se abre la ventana:
aquí la tierra mana
lágrimas y ojos que no te han de ver.

 » Leer Mas…

Los días que la ausencia ha devorado

Nunca olvidarás la calle bajo la luz extraña
de septiembre, una tarde; no olvidarás
olores del café que dormía en la taza,
pero tal vez olvides algo, tal vez se ausente algo.
Y ahora sólo escucho el sonido de la noche
que cae de la playa, y no hay nadie,
nadie que te recuerde, nadie
sino los vientos
marítimos, las voces de los niños, y el perro
que duerme todo el día como espejo aburrido,
nadie sino el azul dormido por la playa.

 » Leer Mas…

Los que llamaron a la muerte

Los que llamaron a la muerte en la muerte han caído.
Los que cavaron la fosa yacen dentro de la fosa.
Estériles alimentos nos trajeron, pesadumbre de panes:
de culpa fue su palabra, su boca y su mirada.
Sobre las cordilleras se lamentan ahora,
dispersos por el mundo, rodeados por el llanto de las moscas.

 » Leer Mas…

Nocturno a la distancia

Ahora, allá en los años, en los lejanos años,
desde ese tiempo de oro, desde esos días altos,
vuelves, niño lejano, tapia bajo la luna.
Regresas a esta ventana, tarde llena de viento
sobre el mar. Regresas, noche llena de angustia,
y doblas tu cabeza, oh niño ya perdido.

 » Leer Mas…

Retrato de una estudiante

Todas las cosas del tiempo, todas las cosas del viento,
vibran entre las suaves calles en el crepúsculo.
Nombres derramados, habitaciones solas,
viejas conversaciones derramadas un día,
voces de mis parientes, una tarde que sale
desde el mar sumergido, la soledad de la arena
a mediodía bajo la luz del sol ardiente:
sobre el caudal lejano de mi memoria irrumpen,
mientras escucho ahora las campanadas hondas
surgir desde muy lejos y el tiempo que se lleva
sobre el río las cosas del hombre y su trabajo.

 » Leer Mas…

As time goes by

Decir pestes de él tiene, sin duda,
un sólido prestigio literario
-tacharlo de asesino, por ejemplo,
o compararlo con
uno de esos ciclones con nombre de corista
que pasan y que dejan en los telediarios
un paisaje de grandes palmeras derrocadas
y uralitas errantes,
o simplemente lamentarlo a base
de tardes y de otoños en pálidos jardines-,
pero ahora, con la mano en el poema,
os lo confieso: he sido siempre yo
el que salió ganando de todos nuestros tratos.

 » Leer Mas…

Calendario perpetuo

El lunes es el nombre de la lluvia
cuando la vida viene tan malintencionada
que parece la vida.

El martes es que lejos pasan trenes
en los que nunca vamos.

El miércoles es jueves, viernes, nada.

El sábado promete, el domingo no cumple
y aquí llega otra vez- o ni siquiera otra:
la misma vez- la lluvia de los lunes.

 » Leer Mas…

Contraste

Ellos que viven bajo los focos clamorosos
del éxito y poseen
suaves descapotables y piscinas
de plácido turquesa con rosales
y perros importantes
y ríen entre rubias satinadas
bellas como el champán,
pero no son felices,

y yo que no teniendo nada más que estas calles
gregarias y un horario
oscuro y mis domingos baratos junto al río
con una esposa y niños que me quieren
tampoco soy feliz.

 » Leer Mas…

Ella

Es misteriosa como el tiempo y el mercurio,
delirante y exacta, álgebra y fuego.
Cuando nadie la espera, coronada de escarcha
baja tarareando con pies maravillosos
por entre los helechos. Muchos enamorados
consagraron su vida a llamarla, elevaron
laboriosos palacios para ella
y no condescendió ni a una mirada.

 » Leer Mas…

Era el abuelo

Era el abuelo y sus inmensas expediciones mirar
qué oruga viva y la caja con sus agujeritos los zapatos
lustrosos
para los Reyes Magos el séptimo no hurtar las canicas
el trompo el adelante mis valientes Supermán
con su vista de rayos X pero la kryptonita
era estar de vigía en la rama más alta
de un manzano musgoso doscientas veces
No debo hablar en clase
No debo hablar en clase
No debo hablar en clase
No debo hablar en clase
a la capilla filas silenciosas 4 a 1 y el córner
a los tres penalty Extremadura dos
Cáceres y Badajoz en busca del tesoro enterrado y los
laboratorios
era el ‘Celtas’ fumando entre los cuatro tras un montón
de leña el rosa-rosae y la calcopirita no es pecado
era Susana con sus trenzas
era

 » Leer Mas…

Insisto

Mi vida: tantos días
que no estuve en El Cuzco
ni en Siena ni en Grenoble,
tantos aviones rubricando el cielo
en los que yo no iba, tantas voces
cuyo calor jamás
tocó mi corazón.
Sólo el tiempo, vacío,
sólo el tiempo, esta estepa
desesperada, sólo
ver los martes, los miércoles, los jueves,
ver cómo suceden, implacables,
los tubos de Colgate.

 » Leer Mas…

Mírame

Desde ese tiempo diferente al mío
en que de una mirada ven Tus ojos
la semilla la rosa y los despojos
nacercorrerdesembocar al río

mira esta pobre vida desgarrada
entre el ayer el hoy y mil quién sabe
de los que sólo Tú tienes la llave
mírame en esta hora desolada

a tientas sin saber equivocándo-
me en todos los recodos del camino
confundiendo el veneno con el vino

mira qué Noche oscura qué sangrando
mira cómo hacia Ti se elevan juntas
desde mi herida todas las preguntas

 » Leer Mas…

Otro poema de amor

Qué dicha no ser Basho, en cuya voz
florecían tan leves los ciruelos,
ni ser Beethoven con su borrasca en la frente
ni Tomás Moro en el taller de Holbein.
Qué dicha no tener
un bungalow en Denver (Colorado)
ni estar mirando desde el Fitz Roy el silencio
mineral de la tarde patagónica
ni oler a bajamar de Saint-Malo

y estar aquí contigo, respirándote, viendo
la lámpara del techo reflejada en tus ojos.

 » Leer Mas…

Pequeño testamento

Os dejo el río Almofrey, dormido entre zarzas con mirlos,
las hayas de Zuriza, el azul guaraní de las orquídeas,
los rinocerontes, que son como carros de combate,
los flamencos como claves de sol de la corriente,
las avispas, esos tigres condensados,
las fresas vagabundas, los farallones de Maine, el Annapurna,
las cataratas del Niágara con su pose de rubia platino,
los edelweiss prohibidos de Ordesa, las hormigas minuciosas,
la Vía Láctea y los ruyseñores conplidos.

 » Leer Mas…

Por favor

Se van muriendo uno tras otro
como en las películas de náufragos
o de aviones estrellados en neveros incógnitos.

Sucumbió el portero de fútbol catequístico
y el bailarín de valses bajo la luz periódica de un faro

y el estudiante que sueña
un verano arqueológico en Egipto

y el insensato que sufre por unos ojos
que eran una sucural del Cantábrico

y el posible profesor de español en Colorado.

 » Leer Mas…

Raro asunto

Raro asunto la vida: yo que pude
nacer en 1529,
o en Pittsburg o archiduque, yo que pude
ser Chesterton o un bonzo, haber nacido
gallego y d’Ors y todas esas cosas.
Raro asunto
que entre la muchedumbre de los siglos,
que existiendo la China innumerable,
y Bosnia, y las cruzadas, y los incas,
fuese a tocarme a mí precisamente
este trabajo amargo de ser yo.

 » Leer Mas…

Tal es la inspiración

Los antiguos hablaron de la Musa.
Del Numen Don Manuel Josef Quintana
(naturalmente, entre signos de admiración).
Otros de ángel, de duende, de un dedo celestial
y otros mil artilugios
que en un pérez -afirman levantan un Poeta.

La experiencia prefiere dejarse de cumplidos:
obstinada, nos habla
más bien de madres locas, de padres coroneles,
de palizas borrachas
o largas tardes grises meditando la lluvia
en la ventana de la soledad

como si cada verso tuviera en su pasado
un niño con las alas malheridas.

 » Leer Mas…

1993

Cuando dejamos estas ciudades
Que parecen bellas y neutras
Con sus delgadas columnas Con sus rectas conquistadoras
Con sus chimeneas de fe Con sus gigantes petrificados
Con su itinerario lineal Con el olvido que se permiten
Cada región que nos siente partir
Nos promete un cese de fuego.

 » Leer Mas…

1994

Cuando Dios desaparece contigo
O cuando Dios se te aparece
O cuando la tierra nos siente partir
En estos países que se disputan
La materia y no el espíritu.
Cuando dejamos estas regiones del absurdo
Siempre construidas
En la arista de otro siglo de cosas
Con su masa Con el hombre
La existencia La soledad La vejez La muerte.

 » Leer Mas…

Aeropuerto colectivo

En las tontas ciudades vírgenes
De cada instinto surge una ley…
El por fin creo en algo
La puerta del psicólogo
La cola más coca
Los festivales estivales
Las melenas analíticas del ferrocarril subterráneo
Los hombres imaginados que van a la guerra
Los ángeles que nacen para perdonar al soldado.

 » Leer Mas…

Aleta anal

Que viajo Que pasa el tiempo.
Que existe el agua y el hombre
Que firman la paz Que no duermen Que chocan
Que se preparan para la posguerra.
Mientras la orilla se transforma en continente
Y nuestro germen se desvanece.

 » Leer Mas…

Aleta caudal

A la hora en que el sol se va
El cielo es de oro
El mar de plata
Y el puerto más cercano
Es la alcayota podrida de la paciencia colectiva
Y son los elementos pobres de esta cultura
Y se inclinan
Y se arrastran
Y giran
Porque también en esa ciudad el primer verbo es comer.

 » Leer Mas…

Arte poética

Sin el prodigio deseo de mi vena
Sin la cualidad del ópalo
Sin la terapia que divide el don
Sin el pretendido purismo
Sin contar que amo mis manos
Sin denunciar que el hombre nos castiga
O que anoche escribí pateando una tapa.

 » Leer Mas…

Aterrizaje

De un Dios cansado de dictar el acto de crear
De los poetas hermanos del tiempo
De esta corta historia de Repúblicas
De piel De persianas De asfalto
De la siempre ciudad de ayer
Es la flor que llevamos
En los ojos En el corazón En la mano
Y sin esconderla
En la frontera Dos países nos delatan

 » Leer Mas…

Autogolpe

Si con un libro me dan en la cabeza.
Mi mano
Se observa en el espejo para contar sus diez dedos.
Si un país me abandona por su bienestar.
Me pongo su reflejo en la oreja
Y si los contestatarios que se esconden
Detrás de un pueblo
Me entregan la definición de la alegría colectiva…
Desde mi juego de imágenes
Saco conejos
Que van a asistir a todos los caminos.

 » Leer Mas…

Barro primordial

Valparaíso espera
Amarrado a la ilusión de la lluvia
Y a la greda que lavará su contaminación.
Si una vez más aprendí
En Sololá En Misiones En Cienfuegos En La Paz
Fue luchando contra mi memoria.
Si no te leo en Montreal es porque duele
Si te leo es porque te sospecho de desafecto
Es porque ya demasiadas veces he improvisado
Es porque resisto a una nueva integración social
Es porque eres los cosquilleos de mi próxima evasión
Y no eres tú
Quien convierte mi exilio en este otro exilio.

 » Leer Mas…

Bitácora

Pasar
Por uno de esos caseríos
Marcados con un nombre
De alguien
De un sueño
De un héroe
De un santo
De un error
De una esperanza
De una visión de otro mundo
O con una palabra en la lengua del pueblo vencido.

 » Leer Mas…

Brisa continental

Pasan hombres que descriptan la historia
De nuestra gente… Que la clasifican
En magia inspirada del indígena
En tradición condecoradora del conquistador
En caudillos de las retiradas
En portugueses encantados por la creación de una raza tropical
En blancos que inventaron la carta blanca
En negros que construyeron el aporte africano
En Patriotiquement Correct que soñaron la mort de su francés
Y en libertadores y tiranos que se estudian como elementos.

 » Leer Mas…