¿Sentiste el tiempo,
tanto aquel abstracto no determinado,
como el real, que te sujeta y esclaviza?
Caminó solo y libre
cuando detuviste el tic tac
que en tu mente lo marcaba…
¡Casi no te reconozco sin tu lucha
contra el tiempo!
Con murallas de sueño me rodeaste
y en el ansia de tu pecho me envolviste,
mil rosas en el alma me encendiste
y esclava de tu aliento me dejaste.
Con el color de campo coronaste
un cielo mustio de silencio triste,
y en éxtasis de luz lo convertiste,
cegándome en la magia del contraste.
En el alma la queja comprimida
y henchidos corazón y pensamiento
del congojoso tedio de la vida.
Así te espero, humano sufrimiento:
¡Ay! ¡ni cedes, ni menguas ni te paras!
¡Alerta siempre y sin cesar hambriento!
Pues ni en flaqueza femenil reparas,
no vaciles, que altiva y arrogante
despreciaré los golpes que preparas.
Ya ni versos escribo, sólo queda
este soñar de lágrimas teñido,
y una queja distante en el olvido
azul lejano de tu voz de seda.
Amor no es, es algo que remeda
la desmembranza del rosal caído,
donde ya ni las sombras hacen nido,
ni el viento en rondas de cristal enreda.
Jugadora de sueños
llegué un atardecer hasta tu mesa;
llevaba en los cabellos ya marchita
la solitaria rosa
que me dejó un tahúr la última fiesta,
y en los labios el rictus fastidioso
de una noche ceniza de placeres,
ungida bajo el opio de la luna
con una media-luna en las ojeras.
Voy a partir de nuevo.
Mi camino sin alba y sin ocaso,
en esta noche es turbio interrogante
sobre el vaivén azul del pensamiento,
y en la pálida copa del champaña
mis labios como pétalos de ópalo
inician con su angustia
la vieja caravana del silencio.
Te busco aún imagen ya perdida,
cegada luz, desorbitado viento,
esperanza tan sólo sostenida
por la ternura de mi pensamiento.
Algo tuyo quedose entre mi vida
como afilada flor de sufrimiento;
sangra mi llanto por tu propia herida
y sube tu canción por mi lamento.
Cuando regreses no hallarás siquiera
las huellas del pasado.
En el parque los cisnes se murieron
y las verbenas rojas se secaron.
Esos versos liliales que me oías
cogiéndome las manos,
cambiáronse por otros calcinantes
que visten mi alma de ropaje cárdeno.
Yo misma no lo sé, pero vencida,
rendí a su orgullo mi virtud pagana,
y fui por un momento cortesana,
en el sarcasmo de mi propia vida.
Con beso ausente refresqué su herida,
absorta en él me le fingí lejana,
su voluntad despedacé liviana
y su pasión hallome arrepentida.
Amé constante a los que no me amaron
y les di la verdad cuando mintieron.
Mientras unos temblando me besaron
rogó mi beso a los que no quisieron.
Siempre busqué los que jamás me hallaron.
Mi voz llamó los que jamás me oyeron.
Yo soy la plenitud, soy el estío.
Mi piel trigueña por el sol tostada,
tiene una leve amarillez de hastío
y un perfume de fruta sazonada.
Mi amor ondula como turbio río
por un valle de yerba calcinada,
y es mi beso perenne escalofrío
que aviva una celeste llamarada.
Vámonos silenciosos por las hondas
avenidas de palmas,
y dejemos la luna que se tienda
como una enredadera a nuestras plantas.
No derrames la copa de tus labios
entre mis manos blancas,
porque son porcelanas palpitantes
que transparentan el fulgor de mi alma.
Quieres borrar con el sopor del vino
la hiel de olvido que dejé en tu boca,
y eres la polvareda en mi camino
y yo soy en tus vértigos la roca.
Es inútil que sigas mi destino
con el sarcasmo que tu pie provoca.
cuando se quiere oxígeno
y hay sólo oscuridad para tragar
¿qué se respira?
cuando se quiebra el cuerpo como un barco encallado
en la tardía luz de una bengala
y el ciclo del fastidio
arroja contra el muro frontal de la locura
la edad de una mujer
cuando la piel expulsa su madera podrida
y el corazón bombea su mensaje de náufrago
qué duelo se anticipa al funeral
qué desencuentro escarba en la sequía
quién anda en esa furia cortando el eslabón
que la sostiene en la cordura
como unida a un desgarro
una mujer en caída libre
rajando el aire en dos como un cierre relámpago
¿piensa en velocidad
o puede desmembrar escena y escenario?
¿borra cada pregunta la respuesta anterior cayendo en caída libre?
¿recuerda algo vital o prioritario dadas las circunstancias
ha combinado esa mañana los colores de su ropa interior
cerró con llave
o impactará contra el cemento
como en los brazos del hombre que la ama?
desciendo de un secreto
trazado bajo el agua por la quilla de un barco
un siglo de silencios me niega cada vez
me devuelve a una isla en donde soy la única habitante
privada del reflejo
caigo a una cifra indivisible
cadena trunca
¿qué cantaban los hombres en rumania?
una mujer
se mueve en el denso fluir de sus instintos
sabe quebrar
la cáscara de una intención
una mujer
abarca por fragmentos la totalidad
y nunca es la misma
un hombre
sube al misterio en una extrema progresión
descubre el sentimiento
acorralado en un límite
el resto
lo filtra en el pensar
una mujer
es a la vez su historia
y lo que aún no ha conocido
sabe ordenar lo que no ve
un hombre
arriba al corazón del mundo
en cada vértice de su conocimiento
se instala en lo que ve
y se proyecta
una mujer es todas las mujeres
pero es única
un hombre es todos los hombres
pero es único
un hombre y una mujer
nunca se conocen
saben suponer
saben crear sobre el malentendido
son cada uno
mitad secreto
mitad vacío
un hombre y una mujer
a lo largo de cientos de actos cotidianos
cruzan información
dejan la vida escrita
en el borde de las tazas
cada día se escribe
cada día se lava
dónde estabas cuando abrí la puerta
y un hombre me alargó sus dedos sudorosos
y me lamió con su mirada negra
y jadeó sobre mi palabras sucias
dónde estabas
dónde cuando me fui con él
cuando vestí de puta sólo para ofenderte
cuando sangre y hedí
cuando pedí perdón y caían mis lágrimas
sobre la punta de tus zapatos
dónde
dónde que era siempre tan lejos
tan fría
tan inmediatamente tarde
dónde que te llamé hasta quedar sorda
hasta romperme los dientes
hasta rajarme la vagina
dónde que en los bellos días de noviembre te llamé
en las lluvias de julio te llamé
te dejé papelitos debajo de la almohada
fotos despedazadas con los puños
secretos como gritos
dónde
que iba y volvía con tu nombre colgando de los ojos
y los ojos se me hicieron cadenas
y las cadenas se volvieron barcos
y los barcos se hundieron como ojos
en las profundidades de una noche tremenda
cada noche se acaba con los mismos oficios
del día le quedaron los platos sin lavar
la decena de veces que él la tocó
porque si
como se toca un gato
piensa
si tuviera testículos diría frases ocurrentes
gestos tremendos a la altura del pubis
le pesan
algo le pesa
no hay en la casa otro lugar
donde apoyar la carga
en el living la hija mira novelas mexicanas
llora y resuelve largas ecuaciones
en el cuarto la esperan
testículos reales y el insomnio
cada noche
se congela los pies camino al baño
tanteando oscuridad traga pastillas
piensa
tengo que conseguir otra receta
piensa
que menstruar cuatro días es un asco
que adentro de lo que se elige siempre viene un paquete que no se elige
piensa
las hormonas son ásperas como la soga del ahorcado
piensa
las hijas del nuevo mundo
son blancas como las luces de los shoppings
pálidas como los panes de mc donald′s
translúcidas lágrimas finales de best sellers
las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo
fuimos oscuras habitantes de hotel
tuvimos negras maneras de mirar
queríamos la vida en símbolos extraños
películas de bergman
las paridoras frígidas de las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo
querían una historia sumergida en channel
casarse vírgenes con una réplica de cary grant
tener muñecas rubias de mejillas rosadas
mascadoras de chicle leyendo mujercitas
las hijas huérfanas de las madres frígidas del viejo mundo
queríamos las curvas mullidas de la marylin
y el aspecto latino de una amante del che
pero ellas
las nietas de la decadencia
las hijas del imperio del nuevo mundo
sólo desean ser
delgadas como un tallo
livianas como el ala de una mariposa
anhelan despertar
con los dedos más largos cada día
para hundirlos hasta el fin de sus amígdalas
y vomitar sin voluntad
lo que resta del siglo
sacame en las noticias
inventame
cargá un prontuario salvaje y terminal
un acto delictivo
que me busque la mafia
hombres tatuados que recorran
su larga cicatriz con el pulgar
revuelvan mis cajones
desgarren mi remera de dormir
dame otra vida mañana en las noticias
dame relieve
clase
quiero ser la heroína en los desaguaderos de la noche
el humo que corroe las piernas congeladas de las putas
evidencia y testigo presencial
sacá
sacame en patrullero
subime a una mujer hecha de cables
abrile un titular ponele alias
frotala hasta que hable
no la mates
que aprenda a confesar en donde oculta
la llave de mi tedio
de esta edad no se vuelve
ya no somos artistas promisorias
no es hora de ofrecer
si el botín es fracaso
de esta edad no se vuelve
no hay paga por promesas
algunas
rellenan su matriz para salvarse
criando larvas
se eximen de pensar
con cada menstruación perdemos un bebé
me dijo gaby
yo miré a nuestros hijos morir en el bidet
y acogí los recursos de la histeria
de esta edad no se vuelve
algunas
cavan penosamente en esa tierra
y no alcanza ser fértil todavía
y no alcanza ser joven
no es entregarse al hábito del tiempo
hay que poner un pie del otro lado
busco a la otra
solía aniquilarla un fuego helado
en los días lluviosos
escribía esos versos cargados de crueldad
giraba en esa fiebre hasta vaciarse
postergada o ajena
destilaba un color elemental
maldita
a esa la busco
dormir sobre su ausencia
es vivir en el centro de una página en blanco
soy la extranjera
que le cedí mi cuerpo para esconder sus bestias
del sol que las mataba
que soñó pesadillas en mi estómago
que desgarró mi sexo
para nacer los niños que después se comía
muda heredera
soy ahora la cáscara que muerde su silencio
esclava sin tirano
vagando en un castillo perdido en un país
que sólo existe cuando ella lo nombra
yo nunca tuve un perro llamado boby
por diversos motivos
en principio porque nunca tuve un perro
o de haberlo tenido
él se hubiera llamado
probablemente josé alberto
y después
con el correr del tiempo
pepe como es lógico
pero si nunca tuve un perro llamado boby
es de seguro porque un perro
no es otra cosa que un animal doméstico
y yo con lo doméstico estoy hasta las muelas
estoy que arrojaría desde un décimo piso
un aluvión de turnos al dentista
y polvos de lavar y cuentas a pagar
basura cacerolas ropa un perro
que se llame boby
si no fuera que vivo en planta baja
todos los días
en el parque
un hombre
tira un palito lejos
boby corre como un condenado
lo atrapa con los dientes
vuelve corriendo como dos condenados
hace entrega
babeante y sudoroso
del palito
que el hombre
nuevamente
tira lejos
boby lo trae
una vez
y otra vez
todos los días
todos los meses
el tiempo no se altera con el uso
-al menos el del perro-
lo bien que hice
yo nunca tuve un perro llamado boby
tuve sí una tortuga
pero se me escapó
aún hoy me pregunto
cómo bajó las escaleras
dio tres vueltas de llave
abrió la puerta
y tomó -como quien dice-
la calle
no hay razón
en apariencia
para que una tortuga
huya de un modo tan cobarde
abandone -como quien dice-
el hogar
cambie su lechuguita fresca
por un destino incierto
claro
para entenderlo
habría que pensar como tortuga
o como alguna gente
que tiene un perro llamado boby
y se ve tan feliz
mirándolo mear
al otro extremo de la correa
desafiamos al tiempo montadas en el arco del triunfo
saldado el viejo error
lo demás es peaje
– la ley de gravedad que hace lo suyo
un temblor de violencia al despertar –
no habrá estatuas de sal en esta fiesta
la cuenta regresiva le oprime el corazón a la piedad
nada de palabritas
a muerte las dueñas del anzuelo
bailamos
que el sudor dé cuenta de nosotras
somos lo que tenemos en la mesa de luz
y no soltamos esa red
si algo se quiebra
podríamos nadar en una gota de malicia
hundirnos en el fondo
hasta resplandece
hay hombres con los ojos llenos de candados
siempre cargan consigo algún secreto sórdido
una estampita de bordes carcomidos
y la foto borrosa de un amor sin retorno
los domingos la tienden como un mantel sobre el recuerdo
hacen su fiesta de un material sin brillo
fumando lentos
pueden ver en el humo el más fino detalle de ese rostro
ganar en el alcohol la melodía innata de los héroes
suspirar quebradito hasta la noche
de no ser por la yegua soledad que pide piel a gritos
y que le abran de una puta vez
Hay lunas en la sombra
que vienen del silencio.
Lunas de sólo sed
que me celan besándome.
Lunas que el espejismo
de vivir me dejaron
para siempre empapado
de verdades tan húmedas, y tan fieras,
como la antigua sombra
del cuerpo sobre el cuerpo
en los ríos de la gloria.
De igual modo
Nombro padre o madre
En ambos enfrentada no puedo ser
Trono o Altar.
Con las manos manchadas de inocencia
Lo que tomo del aire me espanta.
¿Quién irá en mi lugar?
El cordero no es propicio aún
Pero las sombras insisten
Y estoy sola
Como en el principio
Cuando la luz resbalaba
En el cuchillo de Caín.