POEMA AL ASTRO DE LUZ MEMORIAL

Poema a la memoria en lo astral

(Yo todo lo voy diciendo para matar la muerte en «Ella»)

TESIS: Es más Cielo la Luna que el Cielo, si una Cordialidad de la Altura es lo que buscamos.

Astro terranalicio de la luz segunda
astro terranalicio de la luz dulce
que con aventura extraña visitas las noches de la tierra, unas sí y otras no, pero siempre de una noche para otra con diversa libertad de visita, siempre o más breve o más detenida
y cada serie de tus visitas comienzas tímidamente y mitad decreces noche a noche y mitad decreces noche a noche, haciéndote un visitante diferente de noche en noche, para en mínimo ser cual comenzaste partir a un no volver de algunos días.

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El maquillaje chorrea

El maquillaje chorrea como la sangre en el Monte de Getsemaní
Para ponerme la máscara indispensable y pugilista
hay que encuadrarse delante del espejo,
mirar la luz y verse con reto.
El ómnibus se oye, desde adentro suena arcoiris encopetado.
El prisionero se pone la máscara de todas las mañanas.

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Poema 13

Desgajados los ojos
chorrean de lo gris lo blanco.
La ventana es un vaso rectangular
donde nada un papel con palabras.
Las manos deslizándose sobre la superficie lisa
una ofrenda al tiempo.
Los ojos desgajados mirando la ventana
convierten todo en blanco.

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Tengo miedo

Tengo miedo
de las acciones y los puntos
y de las pausas
y de mis preguntas
y de contestarme
y un paso que se corta
sudo
cuando no puedo
y no puedo ya nunca
y hasta cuándo
y hasta cuándo
y la diligencia que no acaba
y que se esfuma
y que vuelve y que se esconde y que miente
y que me confunde
y que no puedo decir ay
y que no puedo decir ay
y que no puedo decir ay
y que no puedo hablar
ni llorar
ni gritar
ni decir
una oración, si pudiera
una palabra
una sílaba
Si pudiera aunque fuera
ronca, partida
en sonidos decir no no no no

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El brazo invisible

Te contemplo en mí, poderosa materia, funeral pá,pano,
fugaz y vulnerable en tu forma, indestructible en tu discurrir eterno,
descubre por una vez esta lúgubre quijada,
el tramo sepulcral de mi rostro aquilino.
Invita esta noche a Barrabás, al papa negro,
no quiero ser el ángel castrado, el hijo del inmigrante en derrota.

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El desenterrado

Ira, ira no más, en el terrible día,
ni amor, ni la gota fresca en la lengua ;
apenas la vejiga rota al atardecer,
y aquella gran mirada inmemorial, amarilla,
todo cayendo detrás, en el desván silencioso.
Desenterrarán tus cartas, tus papiros helados.

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Elegía a Ernest Hemingway

Los que arrastramos un pescado, o una vaca negra,
como el Viejo Amargo del Mar de las Antillas,
los que apacentamos una gran culebra por el llano
arrojamos tu ataúd como un sauce de pelos.

¡Qué golondrina, que sueño sobrevolaba tu corazón
cuando mostrabas el pecho en armas,
como el dios-padre de los mitos desaparecidos !

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Epitafio a la memoria

Como un hacha plegada, o un aire rendido a un viejo territorio,
pasáis como ancianos roncos
ante el caballero caído bajo las piedras,
amarillo, sin dedos ya, como zapallo de ultratumba.
La noche y su hembra ciega echaron estos huesos en el bulevar,
despojos que pesan en el corazón
como gladíolos, o los ojos del padre muerto.

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Expedición del tiempo

Lo despistado, lo roto, me sigue detrás como un caballo muerto.
Lo que cayó en el paño de las indecisiones,
el agua terca, y quedó tirado en el camino.
En este vaso con un perro adentro, y que bebo solitario en esta noche,
frente a resoluciones quemadas, a un ángel como si fuese de hueso,
penetro otra vez en mí, desciendo en un largo viaje,
oliendo el camino, fumándome el tabaco del alma,
o interrogando al enano que vive a espaldas de mi rostro.

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Mercado persa

Entre pordioseros vestidos de mariposas,
y piojos traídos del Himalaya,
contemplo el vuelo del vendedor de ensueños y huevos mágicos.
Hay una parca rodeada de flores,
un asesino, una piedra escarlata,
y yo, pobre, cubierto de manchas de resina,
compro un pájaro en medio de la tormenta,
un ave de pecho seco, como el mío.

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Nocturno del piano

El piano, con su quijada negra, con sus dientes blancos cruzados de gusanos,
canta como un papa melancólico. Sus notas
caen como los huevos del esturión muerto
sobre mi corazón en esta noche.
Mata al demonio del piano, amiga mía, ahoga en su vientre la furia escarlata.

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Vergüenza

Vergüenza de vivir.
Ser un pólipo
en esta oceanía de sangre, abandonado ya, sin armazón,
cuando sólo quisiera celebrar la pascua
del asesino,
porque no existe más salvación que la trémula ira,
ni más alfombra que el cadalso, ni otro hoyo que el mar.

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Birht control

Esta noche no dormiremos juntos,
hay sarampión en la ciudad y podrías
quedar embarazada, cosa grave:
parirías un monstruo, una flor.
Morirías entonces de pesar
y yo de frustración me moriría.

Esta noche no dormiremos juntos,
no beses esta piel de perro en celo.

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Cárcel

¿Dónde estarán los otros? Dijeron que vendrían
pero nadie aparece. Nuestros ojos amarran
los últimos recuerdos pero nadie aparece.
Escribimos un nombre (las paredes son grises):
aquí estuvieron hombres como fieras en selva,
aquí se amaron otros como nunca se amaron.

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Infancia 1942

La infancia era la noche especialmente,
y pensar en el día que vendría mañana,
mamás enfermas, papás que no llegaban nunca,
hermanos que se iban olvidando
a medida que ya no regresaban.

Y era la muerte la mátalascallando,
como si se enojara todo el tiempo.

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Los garrobos

Los garrobos crecían en los árboles
pero llegaron los venenos.
Las hojas amarillas
comenzaron a morir.
Cuelgan los frutos secos
suspendidos en las ramas altas.
Ríos sin agua. Tierra desolada.

Los garrobos crecían en los árboles
pero llegaron los venenos
a destruirlo todo.

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Poeta mortal a los poetas jóvenes (1) El poeta vive

Si suceden las cosas como anuncian los horarios solares.
Si aves emigrantes se funden a las constelaciones
o nieves extrañas descienden a la luz del invierno.
Si el lecho es de cenizas y no de crisálidas,
o si hay soledad en el universo, tómalo con calma
que un ángel guardián poeta duerme a tu costado
dibujando mapas de los ríos internos, descubriendo
en los sístoles de vida la geografía del mundo.

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Post-Card

Mi país, tierra de lagos, montañas y volcanes.
Pero no vengas a él
mejor quedas en casa.
Nada de mi país te gustará. Los lirios no flotan sobre el agua.
Las muchachas no se parecen a las muchachas de calendarios.
El hotel de montaña se cuela como una regadera.

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Promesa

Juro no alzar la voz. No sublevarme.
No decir la verdad cuando nos duela.
Ofrecer la mejilla cada vez
que me ofendan. A los pobres
daré limosnas. Comeré pan duro
para ser bueno con todos.
Sólo dinero (pues no tengo nada)
no habré de repartir… Después morir
tranquilamente libre de pecados,
de bronconeumonía o de un callo
en el pie
o de un catarro en el alma.

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Temor imaginado

Me da miedo quererte, por eso me conformo
con dibujar tu nombre con mi miel y mis ojos,
navegar en las ondas de tu cuerpo de mar.

Me da miedo llamarte. Cada palabra tuya
a la distancia son tus labios que vuelan
y tu celo que tiembla al ritmo de mi cuerpo.

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Navy Bar

Este bar se balancea
Y también está listo
para hacerse a la vela.
Nos llenaron el vaso
con toda el agua del Mar
para hacer un cocktail de horizontes
Colgados de las horas
atlas geográficos de esperantos
están sin traducción
Y tartajean las pipas
con el políglota ademán de las banderas
Ese cantar improvisado
es el mismo
que se improvisó en alguna parte

¿Quién ha venido a avisarnos
de esa cita nocturna
que tenemos con el viento al N E
en la encrucijada de las estrellas apagadas?

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A LA PATRIA

Composición recitada por una niña en Tacubaya de los Mártires, el 11 de septiembre de 1873.

Ante el recuerdo bendito
de aquella noche sagrada
en que la patria alherrojada
rompió al fin su esclavitud;
ante la dulce memoria
de aquella hora y de aquel día,
yo siento que en el alma mía
canta algo como un laúd.

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