SONETO DE LA AUSENCIA

¿Me oyes, amor? Hay un fragor de trenes,
o quizá de batanes o de espigas
que te aleja de mí. No, no me digas
que te irás para siempre. Los andenes

se despoblaron. Yo, regreso. Penes
por donde penes, corazón, no sigas,
no te sigas marchando.

 » Leer Mas…

Y A TI QUE TE DIRÉ?

¿Y a ti qué te diré, río del alma, cántaro de mi sed,
jardín cerrado?
¿Y a ti qué te diré, mujer que dejas tu corazón al borde
de mi vida?
Hasta ti llegaré y, entre las manos, tomaré viento y agua;
luz y tierra,
y amasaré nuestros dos nombres juntos.

 » Leer Mas…

ANTECOMIENZO

No detenerse.
Y cuando ya parezca
que has naufragado para siempre en los ciegos meandros
de la luz, beber aún en la desposesión oscura,
en donde sólo nace el sol radiante de la noche.
Pues también está escrito que el que sube
hacia ese sol no puede detenerse
y va de comienzo en comienzo
por comienzos que no tienen fin.

 » Leer Mas…

BIOGRAFÍA

Ahora cuando escribo sin certeza
mi bionotabibliográfica
a petición de alguien que desea excluirme
de favor y por nada
en consabida antología
de la sempiternamente joven senescente
poesía española de posguerra
(de qué guerra me habla esta mañana,
delicado Giocondo, entre tenues olvidos,
de la guerra de quién con quién
y cuándo)
cuando escribo
mi bioesquelonotabibliográfica
compruebo minucioso la fecha de mi muerte
y escasa es, digo con gentil tristeza,
la ya marchita gloria del difunto.

 » Leer Mas…

EL ADIÓS

Entró y se inclinó hasta besarla porque de ella recibía la fuerza.

(La mujer lo miraba sin respuesta)

Había un espejo humedecido que imitaba la vida vagamente. Se apretó la corbata, el corazón, sorbió un café desvanecido y turbio,explicó sus proyectos para hoy,sus sueños para ayer y sus deseos para nunca jamás

(Ella lo contemplaba silenciosa)

Habló de nuevo.

 » Leer Mas…

EL SUEÑO

Por una espesa y honda
avenida de árboles que unen
en lo alto su copa y pesadumbre
el sueño avanza.
Abre sus grandes alas,
sus poderosos brazos
de lenta sombra y noche grande: cierra
contra todo horizonte.
En el centro del aire
cabecea un navío,
rodeado de enormes
territorios de sueño.

 » Leer Mas…

EL SUR

El sur como una larga,
lenta demolición.

El naufragio solar de las cornisas
bajo la putrefacta sombra del jazmín.

Rigor oscuro de la luz.

Se desmorona el aire desde el aire
que disuelve la piedra en polvo al fin.

 » Leer Mas…

EL TEMBLOR

La lluvia
como una lengua de prensiles musgos
parece recorrerme, buscarme la cerviz, bajar,
lamer el eje vertical,
contar el número de vértebras que me separan
de tu cuerpo ausente.

Busco ahora despacio con mi lengua
la demorada huella de tu lengua
hundida en mis salivas.

 » Leer Mas…

MATERIA

Convertir la palabra en la materia
donde lo que quisiéramos decir no pueda
penetrar más allá
de lo que la materia nos diría
si a ella, como un vientre,
delicado aplicásemos,
desnudo, blanco vientre,
delicado el oído para oír
el mar, el indistinto
rumor del mar, que más allá de ti,
el no nombrado amor, te engendra siempre.

 » Leer Mas…

NOCHE PRIMERA

Empuja el corazón,
quiébralo, ciégalo,
hasta que nazca en él
el poderoso vacío
de lo que nunca podrás nombrar.
Sé, al menos,
su inminencia
y quebrantado hueso
de su proximidad.
Que se haga noche. (Piedra,
nocturna piedra sola.)
Alza entonces la súplica:
que la palabra sea sólo verdad.

 » Leer Mas…

ODA A LA SOLEDAD

Ah soledad,
Mi vieja y sola compañera,
Salud.
Escúchame tú ahora
Cuando el amor
Como por negra magia de la mano izquierda
Cayó desde su cielo,
Cada vez más radiante, igual que lluvia
De pájaros quemados, apaleado hasta el quebranto, y quebrantaron
Al fin todos sus huesos,
Por una diosa adversa y amarilla
Y tú, oh alma,
Considera o medita cuántas veces
Hemos pecado en vano contra nadie
Y una vez más aquí fuimos juzgados,
Una vez más, oh dios, en el banquillo
De la infidelidad y las irreverencias.

 » Leer Mas…

POETA EN TIEMPO DE MISERIA

Hablaba de prisa.
Hablaba sin oír ni ver ni hablar.
Hablaba como el que huye,
emboscado de pronto entre falsos follajes
de simpatía e irrealidad.

Hablaba sin puntuación y sin silencios,
intercalando en cada pausa gestos de ensayada
alegría para evitar acaso la furtiva pregunta,
la solidaridad con su pasado,
su desnuda verdad.

 » Leer Mas…

XXXV

La aparición del pájaro que vuela
y vuelve y que se posa
sobre tu pecho y te reduce a grano,
a grumo, a gota cereal, el pájaro
que vuela dentro
de ti, mientras te vas haciendo
de sola transparencia,
de sola luz,
de tu sola materia, cuerpo
bebido por el pájaro.

 » Leer Mas…

Los amantes del pueblo

Se dice que llegaron hasta aquí en un tren nocturno, con las lluvias de agosto que cubren las sequías. Su amor dio que fumar que beber que decir. Fue la cosa más grande después de la mujer araña en los años cincuenta.
Eran irreverentes aquellos alaridos
incesantes se oían a la sombra del sol y las vecinas
como una cosa oscura que espiar, murmurar
y hubo anuncios de prensa y apagones en las horas jadeantes.

 » Leer Mas…

Acuérdate

Acuérdate de cuando fuimos niños
los turbios niños
de cuando fuimos vivos
por pura complacencia del destino.
Mudos.
Turbios niños
Callados
cuando fuimos niños
Creciendo
silenciosamente educados.
Nunca
fuimos realmente niños
en mitad del dolor amargo
de las guerras.

 » Leer Mas…

Cesaraugusta dos

Cuando el cierzo desciende y se alza la niebla,
toda la ciudad –mi Zaragoza amada- se cubre de palabras
que surgen del silencio hacia la nada.

Es entonces –el enorme Paseo
se hace suave y hermoso- cuando veo las cosas
como fueron: El niño, la explanada,
la vieja que vendía cacahuetes y almendras.

 » Leer Mas…

Domingo decembrino

Se apuesta en el café
las últimas partidas de baraja.
Din, dan. Din, dan:
Las campanas domingo en la ciudad
tarde que avienta el viento
hasta la orilla.
Y los muchachos
sueñan, en las paredes,
con posters que se clavan
trayéndoles recuerdos de París
y de su audacia:
Melenas,
pantalones, largos jerseys,
tristeza, vacío en las espaldas.

 » Leer Mas…

Esto fue

Apenas un recuerdo, un vago sueño
de pasados domingos sin iluminarias
donde los camareros se aburrían
en establecimientos de segunda categoría.

Todo lo demás es un recuerdo nostálgico
de prensados días escolares
en el juvenil guardapolvo de los lunes.

 » Leer Mas…

Hablo, por hablar

Hablo, por hablar,
hoy que está desierto el mar
y una paz agreste invade
estas turolenses llamaradas
de fuego y de dolor.

Hablo del día a día que sucede,
de las tardes que adiós nos despedimos,
de los hijos que llegan,
de las tierras que acogen nuestros cuerpos
y de todo aquello
que va formando, al fin, nuestra figura.

 » Leer Mas…

Hoy quisiera

Hoy quisiera olvidarme del mar,
del mar en las ventanas,
del dígale usted a todos buenos días,
seguimos por aquí,
así como siempre, muy buenos de salud
y de agonía.
Hoy quisiera
no saber las palabras,
olvidarme los ritos, las maneras,
ser tan libre como la mano de una niña,
o el ojo de un pájaro en la niebla.

 » Leer Mas…

Nadie en las puertas

Nadie en las puertas.
Nadie en los largos corredores
que conducen directos
hacia las antiguas plazas y viejos campanarios:
Sólo el viento,
testigo del naufragio.
Nadie en los altozanos.
Nadie en las parideras
batidas por el sol
que llevan hasta el fondo de la sombra:
Sólo el grajo
testigo del silencio de la tarde.

 » Leer Mas…

Sexto recuerdo

de Vicente Cazcarra

Hoy he visto a tus padres, cuando volvía a casa.
Él me miró en silencio,
con los ojos perdidos del hombre que trabaja,
día y noche, en los trenes. Ella, tu madre,
me anunció tus treinta años –igual que yo- cumplidos,
y tu hermana tenía ardor y rabia en las palabras.

 » Leer Mas…

Tercer recuerdo

de Emilio Gastón

Hoy me he dado de bruces
con tu ángel,
borracho en una tasca:

Olivitas rellenas, chorizo riojano,
tinto de Cariñena.

Burocráticamente hablando,
tu ángel se ha hecho ficha
de señor que revienta en los tranvías,
mientras tú, soldado de hace años,
marivioleas por el campo con tus hijos.

 » Leer Mas…

Teruel

Javalambre con nieve. Sobre el pecho,
como una inmensa herida,
los Mansuetos se abren: Carne joven
en la vieja tierra. Gira el cielo.

Pasan, camino de la mar,
los enormes camiones de transporte:
¡Adiós!
¡Adiós!

Hoy, San Martín mudéjar, me nostalgia
los amigos que tuve, allá, en mi infancia.

 » Leer Mas…