1
Pronto -y entre nosotros- hablaremos
y nuestra voz se perderá en el vacío
de palabras como silencios;
las miradas y los gestos: todo;
y el tiempo, suspendido como un soplo de brisa,
y solos,
hasta que otra voz se aproxime y nos diga
lo que somos -una mota de polvo-, y nos diga:
«podéis hablar ahora, es vuestro turno.