En un golpe de aire los papeles
han salido volando, y esparcen por el suelo
su forma de blancura.
Campo seco, sembrado
de rectángulos tersos,
limpias lenguas de sombra.
-Mis pañuelos son otros. De batista y de lino,
descansan sobre el pasto -sus vainicas aladas-
y a mis manos reciben
su perfección de agua.