Humedade

Puede que a ti, sin importancia,
desvele cuanto oculta
este gris uniforme en el que el cielo
ha desleído la memoria
de los arcos, los muelles que aún resisten.

Los aljibes rebosan sus mañanas
incumplidas en rutas sin razón
que algún pavo real hubiese delatado,
lo mismo que a las lenguas de este río
en busca del océano.

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Jau, 54

Estimado Hóspede:

Temos ao seu dispor
mesas antigas,
cuadros brumosos de pasado idílico,
alfombras
de anudado sopor
tras los visillos, calmas imprevistas
y para cada ofuscación una vidriera,
o algún pavo real entre los ficus.

Temos também
pontes que vuelan sobre el faro
estremecido de las cúpulas,
miradores al Tejo,
rejas, retratos, lámparas de seda,
rosados mármoles donde olvidar la suerte,
espejos que el reloj ya no arruina.

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Latitude

Suspensa, en el aire de los parques
con sombra de ciudad,
como los tuyos,
en la proximidad del Largo,
nas escadas, en las estrías húmedas
donde pululan libros viejos,
a la hora contigua con el sol,
sobre las pérgolas sin mástil,
a merced del polen, poco a poco,
nas margens
donde el viajero ayuna, nas igrejas,
de acá para allá, por los oblicuos
raíles de un paraguas,

tibia a tiempo,
la alzada lentitud del solitario.

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Mais ou menos

«Gaivotas na praia
tempestade no mar»

Navegaban las cintas
al viento del penúltimo recuerdo,
enredándose en el tronco de las oliveiras,
después de abrir el cielo
su escenario y su puente, su nostalgia y su nube.

Marzo provisional de multitudes
mecidas pelas ondas,
março de mirador y de vigías.

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Mosaico

Pudiera parecer, y aquí confluyen,
coetáneos de la misma convulsión
la cantiga y la Praça da República,
la mar y el puerto,
desacoplados como están
en su estridencia íntima.

Antes de que aterrice el avión sobre la ría
habremos incendiado la ciudad
y en terremoto el pulso del atlántico
habrá deshecho sus calzadas.

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Nudos

En el telar de la trastienda,
de todos los colores,
en todos los idiomas,
de todas las medidas,
Ahmed ofrece alfombras:
las extiende, las cubre, las explica,
con el último precio las enrolla.

Altivo tras los fardos
Ahmed come a escondidas.

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Sedentarios

Reúne al sol,
por caminos de polvo,
las recuas sin estrépito.
En caóticas filas se amontonan
como una multitud de patas sucias.

La sombra del oasis los rezuma.

Aplastados y viejos, de rodillas,
en la gran explanada
su cuello balancean
con senil parsimonia.

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Viana do castelo

Siempre amanece por las calles del invierno.
Arremete la lluvia tras los árboles
con rigores de lápida y frescura.
Siempre amanece por los miradores del viento,
en la lengua del Lima lamiéndonos la vista.

De ahí la lejanía,
la penumbra ojival que dan los pórticos,
la bruma derretida,
la piedra minuciosa.

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Voltar

Insistió.

La garganta en las verjas, las pendientes,
los flancos rosas del derrumbe,
el martillo del agua del envés,
la madera sellada en el balcón
de una larga clausura.

Quién sabe,
su soledad estaba plagada de refugios,
levitaba en la cola de la niebla,
rotaba aún
sin saber donde vuelven las corrientes.

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La Cigarra

Canta tu estrofa, cálida cigarra,
y baile al son de tu cantar la mosca,
que ya la sierpe en el zarzal se enrosca
y lacia extiende su verdor la parra.

Desde la yedra que a la vid se agarra
y en su cortina espléndida te embosca,
recuerda el caño de la fuente tosca
y el fresco muro de la limpia jarra.

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Las canéforas

Deteniendo severo magistrado
su pie ante las canéforas preciosas,
mira en sus caras de puprpúreas rosas
el pudor por carmines dibujado.

El temblador ropaje replegado
les da esbeltez de vírgenes graciosas
y llevan en las manos primorosas
ricas bandejas de oro cincelado.

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Novia de la Tierra

Mirarte solo en mi ansiedad espero,
solo a mirarte en mi ansiedad aspiro,
y más me muero cuanto más te miro,
y más te miro cuanto más me muero.

El tiempo, pasa por demás ligero,
lloro su raudo, turbulento giro,
y más te quiero cuanto más suspiro,
y más suspiro cuanto más te quiero.

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Cantar del alma

¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche!.

I

Aquella eterna fonte está ascondida.
¡Que bien sé yo do tiene su manida
aunque es de noche!

II

Su origen no lo sé pues no le tiene
mas sé que todo origen della viene
aunque es de noche.

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El Pastorcico

1

Un pastorcico solo está penado
ageno de plazer y de contento
y en su pastora puesto el pensamiento
y el pecho del amor muy lastimado.

2

No llora por averle amor llagado
que no le pena verse así affligido
aunque en el coraçón está herido
mas llora por pensar que está olbidado.

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Glosa a lo divino

Por toda la hermosura
nunca yo me perderé,
sino por un no sé qué
que se alcança por ventura.

I

Sabor de bien que es finito
lo más que puede llegar
es cansar el apetito
y estragar el paladar
y assí por toda dulçura
nunca yo me perderé
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.

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Otras del mismo a lo divino

Tras de un amoroso lance
y no de esperança falto
volé tan alto tan alto
que le di a la caça alcance.

I

Para que yo alcance diesse
a aqueste lance divino
tanto bolar me convino
que de vista me perdiesse
y con todo en este trance
en el buelo quedé falto
mas el amor fue tan alto
que le di a la caça alcance.

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Super Flumina Babylonis

Encima de las corrientes
que en Babilonia hallava
allí me senté llorando
allí la tierra regava
acordándome de ti
¡o Sión! a quien amava
era dulce tu memoria,
y con ella más llorava.
Dexé los traxes de fiesta
los de trabaxo tomava
y colgué en los verdes sauzes
la música que llevaba
puniéndola en esperança
de aquello que en ti esperava.

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