Las campañas de mayo

Otros recuerdan los jardines falsos
del amor y los días en que amaron
o creyeron amar, y otros, los libros
leían de niños y marcaron
su vida para siempre, ya que nunca
pudieron entender cómo es el mundo.
Y todos se consuelan de esta forma
e incluso se entusiasman cuando sienten
que la memoria puede moldearse
a voluntad y dar lo que no daban
el amor, los jardines y los libros.

 » Leer Mas…

No deja de llover

No deja de llover sobre las ruinas
que rodean mi casa, vieja y pobre,
aislada en medio de este descampado.
No llueve igual más lejos, en los huertos
que nunca pisaré, ni en las ciudades
que conservan indemnes sus iglesias;
pero sí en las trincheras, en los fosos,
en los taludes donde fui soldado.

 » Leer Mas…

Preferencias

Ni las cumbres sublimes ni los ríos
que no han sido ensuciados por los hombres;
ni los palacios ni las blancas ruinas
de los templos antiguos, ni los dioses
de mármol o de bronce, iguales a todos,
ni la alada victoria ni un bugatti,
menos aún la música y el baile,
con sus amanerados sacerdotes:
ninguna de esas cosas y de otras
tan admiradas por los más sensibles
y que tienen que ver con el buen gusto
me proporciona una impresión profunda.

 » Leer Mas…

Rusia

Me puse a divagar y pensé en Rusia;
también pensé que el alma es como Rusia
y que son sus fronteras las de Rusia,
amenazadas por las mismas hordas.
Después pensé en un carro de combate
que avanza por la estepa día y noche
dejando sus rodadas infinitas
en los fangales del primer deshielo.

 » Leer Mas…

Tartaria

Cuando a mi estéril corazón me vuelvo,
por las eternas dudas asolado,
pienso en Tartaria, en gélidos desiertos,
y una sombra comienza a tomar forma
y una forma se encarna lentamente,
mientras mi débil voluntad conquista.
Deseo entonces que el jinete eterno,
a quien turban inmensas lejanías,
lleno de desazón, se ponga en marcha.

 » Leer Mas…

A dieta

Me acosté sin cenar, y aquella noche
soñé que te comía el corazón.
Supongo que sería por el hambre.
Mientras yo devoraba aquella fruta,
que era dulce y amarga al mismo tiempo,
tú me besabas con los labios fríos,
más fríos y más pálidos que nunca.

 » Leer Mas…

Desnudo de mujer

Para ti nunca fui más que un pedazo
de mármol. Esculpiste en él mi cuerpo,
un cuerpo de mujer blanco y hermoso,
en el que nunca viste más que piedra
y el orgullo, eso sí, de tu trabajo.
jamás imaginaste que te amaba
y que me estremecía cuando, dulce,
moldeabas mis senos y mis hombros,
o alisabas mis muslos y mi vientre.

 » Leer Mas…

Vamos a hacer limpieza general

Vamos a hacer limpieza general
y vamos a tirar todas las cosas
que no nos sirven para nada, esas
cosas que ya no utilizamos, esas
otras que no hacen más que coger polvo,
las que evitamos encontrarnos porque
nos traen los recuerdos más amargos,
las que nos hacen daño, ocupan sitio
o no quisimos nunca tener cerca.

 » Leer Mas…

Belisa

Belisa enmudece.
Recibe la noticia que ya espera.
Ahuyenta su mirada con natural destreza.
Aparta de su vista
la hoguera que detesta,
el fuego que la mira,
la luz que la ilumina.

Belisa palidece,
sin matices.

 » Leer Mas…

El horizonte

¿Recuerdas la playa de Poniente?.
Tú, distante de mis ojos, contemplabas
los músculos atroces de aquel negro.

Esperabas expectante
la caída de la tarde.
Absorta, mirabas, las olas de la playa de Poniente.

El negro, en la distancia, contemplaba a otras bañistas.

 » Leer Mas…

El pistolero

Hay noticias que parecen versos:

Un pistolero a sueldo asesina a una portera.
El catedrático de química se bebe una probeta.
El lingüista se atraganta en un fonema.

Hay versos que parecen silogismos .
Si llueve, diluvia.
Se inundan los fonemas.

 » Leer Mas…

El refugio

Refugia su hermosura como si fuera un espejismo.
Pero no puede evitar tanta belleza.
Hay en su cuerpo llanuras y colinas.
Bosques misteriosos,
lúcidos torrentes,
grandes cataratas entre sombras,
poderosos campos repletos de amapolas.

Así que leve y suavemente
ilumina cuanto toca.

 » Leer Mas…

El tirano

Levanta el hacha este tirano.
Esdrújulo, mandril y fiero.
Frunce el ceño
y como una rata,
se esconde antes de ir al matadero.
Con saña y arte de carnicero
asesina al alba,
a quien llama Rosa –triste-vuelo.
A quien despierta a deshora ,
atruena y mata.

 » Leer Mas…

Escaparates

Me gusta cuando sales de paseo
a ver escaparates –simplemente-
y te fijas en detalles inocentes
que nadie ha visto: esas medias
rojas llenas de arabescos, esos
guantes de lana tejidos con mis huesos.

Me gusta cuando explotas de alegría
-¡y yo sin entenderte!-

 » Leer Mas…

Los gimnastas

Ahí están los gimnastas
gastando inútilmente su energía.
¡Cuánto mejor sería
ahorrar tanta destreza!

Se esfuerzan cada día,
en un una nueva marca.
Recorren mil metros al minuto
mientras atisban a lo lejos la meta
y se mofan de nosotros,
los poetas holgazanes sin honra.

 » Leer Mas…

Los poetas

Los poetas se reúnen por la noches.
Beben vino y comen versos.
Buscan sentido a las palabras.

Los poetas dan un giro a los sonetos.

En este tiempo hostil, propicio al odio,
los poetas conspiran a crédito.
Rastrean en lo barroco de sus versos.

 » Leer Mas…

Los que tienen suerte

Tienen suerte quienes miran la tragedia
desde el cielo.
En Colombia un terremoto ha matado a un millón de niños.

En otro lugar del planeta,
el dictador de turno se pasea
entre tinieblas.
Hay un gañán en alguna parte que escribe decretos de hambre.

 » Leer Mas…

Nada

El también te esperaba
desde diciembre.
Harto como estaba de tu ausencia
se fue con mujeres malas,
-casi todas de derechas-.
Anduvo en todas las pesquisas policiales.

Delincuente común,
intransigente,
ladrón de aves submarinas y de besos
se hizo un ser solitario, huidizo.

 » Leer Mas…

Poeta

Repróchate a ti mismo no haber ganado
un premio
literario.
Eras un autor de éxito,
un poeta en ciernes, te decían
los críticos de versos.

Acudías,
cada invierno,
a las justas poéticas de Oviedo.
Y entre tanto ganado de escritores
tú no eras más que un montón de huesos
afilados.

 » Leer Mas…

Tesalina

Él leía cartas de amor a Rosaura.
Ensalzaba su apacible hermosura.
Ella,
azorada,
tras la falda,
no perdona a Corina
el infortunio que su mirada empaña.

Él leía versos de amor y desamparo,
mientras anuncia,
triste
su delito:
dar tregua a su juventud y su codicia.

 » Leer Mas…

Tus entrañas

Bulle en mis entrañas un suceso reciente.
Debe de ser Eloísa cultivando su conciencia.
De vez en cuando recuerdo las marismas,
el agua salada,
el sol quemándome la espalda.

Eloísa está leyendo,
tumbada en la arena,
ya digo,
cultivando su conciencia.

 » Leer Mas…

Yo mismo

Ese tipo pálido y febril
Que estoy mirando
Soy yo.
Yo mismo que me miro
De un modo impertinente.
Yo mismo
vestido de primera comunión,
Feliz como unas pascuas.
Con un poco de suerte,
ese infante de la foto
se meará en cualquier momento,
si nadie se lo impide.

 » Leer Mas…

Escapada

Mira: de pronto en los objetos
más próximos hay fiebre: los tensa como cables.
Son mensajes escuetos
de un papel blanco, inescrutables.

Una luz lisa fosforece
en el aire naranja de la gasolinera.
Es un arpón: si crece,
te perfora los ojos.

 » Leer Mas…

Plano de fumadores

Telón de luz: es una apacible hoz helada
el cielo. Hay fumadores cerca de las sombrillas.
Me gusta su aire dulce de fruta macerada
o de guante vacío. Las lonas amarillas

les dan además cierto fulgor que sólo existe
en los vidrios manchados de las mesas de análisis
de sangre.

 » Leer Mas…

Vida después de la muerte

Una trama vibrante de palmeras
agitadas: maracas sigilosas.
El pájaro que pica las maderas
la muerte coserá sobre las cosas

detenidas y oscuras: donde late
como una gota de mercurio cálido
la limadora luz -no el plata mate
del agua del estanque, el fulgor pálido

del limo verdinoso -nunca anida.

 » Leer Mas…

La despedida

Nací de honesta madre: diome el Cielo
fácil ingenio en gracias, afluente:
dirigir supo el ánimo inocente
a la virtud, el paternal desvelo.
Con sabio estudio, infatigable anhelo,
pude adquirir coronas a mi frente:
la corva escena resonó en frecuente
aplauso, alzando de mi nombre el vuelo.

 » Leer Mas…

Elegía a las musas

Esta corona, adorno de mi frente,
esta sonante lira y flautas de oro
y máscaras alegres, que algún día
me disteis, sacras Musas, de mis manos
trémulas recibid, el canto acabe,
que filera osado intento repetirle.
He visto ya cómo la edad ligera,
apresurando a no volver las horas,
robó con ellas su vigor al numen.

 » Leer Mas…

COMO AQUELLA NUBE BLANCA

Ayer estaba mi amor
como aquella nube blanca
que va tan sola en el cielo
y tan alta,
como aquella
que ahora pasa
junto a la luna
de plata.

Nube
blanca,
que vas tan sola en el cielo
y tan alta,
junto a la luna
de plata,
vendrás a parar
mañana,
igual que mi amor,
en agua,
en agua del mar
amarga.

 » Leer Mas…

Con las piedras sagradas

Con las piedras sagradas
de los templos caídos
grava menuda hicieron
los martillos
largos
de los picapedreros analíticos.
Después,
sobre esta grava, se ha vertido
el asfalto negro y viscoso
de los pesimismos.
Y ahora… Ahora, con esta mezcla extraña,
se han abierto calzadas y caminos
por donde el cascabel de la esperanza
acelera su ritmo.

 » Leer Mas…