Arena blanca

Hermosas arenas blancas: la ceniza
cubre tu cuerpo, te trasciende y antecede.
Toma tus armas y plegarias
la guerra no ha terminado todavía
es verano y la lluvia dificulta el paso
buscas el vado para que tu pequeño ejército
siga la ruta trazada por la sangre.

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Canto nostálgico al río Hudson

para B. Snodgrass

Las tonalidades de tu voz
serena en la mañana de febrero
son un blues sobre una barca
en la polvosa rivera
del bajo Manhattan.

Cálices que son relámpagos
bailan sobre el agua
exponen el mundo en un instante
la vida que no compartimos
es el dorado manantial de la esperanza
tu recuerdo:
gota insomne ante mis ojos.

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Carta de vuelo

Peregrino de las horas tenues
bajo la piel del tiempo
no olvides recordar lo que has perdido:
la dirección del agua
el asombro mortal de los hechizos

En las capas superiores de la esfera
más allá del fin del horizonte
luminosas huellas
aljofarados cauces
dibujados por el paso de los sueños.

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Castillo en Cataluña

Majestuoso el tiempo cuando duerme
preserva el ambarino amor
caudal de los asombros
del origen al reencuentro.

Subo la escalera del invierno,
el tiempo se detiene.
La luz guía mis pasos
brota del corazón a la cima:
soy un resplandor que fluye con el cielo
en este lento amanecer de pescadores.

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Conjuros para el primer viento

Te invoco ahora después de tanto tiempo
de todas las derrotas de la carne
en los grises pasillos de hospital
donde los blancos sueños de la muerte
desfilan como el fuego de san Telmo

(hospicios de escritura)

Te llamo ahora después de tanto tiempo
gradación de intensidades en octubre
veladura de fantasmas
memorias encubiertas
en antiguos almanaques de familia
yacen bajo un manto de hojarasca

(los llanos del alba:
caminos alados de la voz)

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Lembranza

Hoy he visto pasar a una mujer
con su carga de siglos en la frente
y la niebla del olvido en la mirada.

Un atril de inconclusas partituras
guarda voces de ciudades invisibles
en mis labios se teje interminable
un rosario de preguntas.

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Naturaleza muerta vegetal

Perfilo aromas de cantárida
en el código de la extrañeza:
letras muertas
al filo de una sábana.

Tu cuerpo calcinado de deseo
martirio de la carne
tatuaje de la restricción

(pulir la imperfección
en los instantes)

Florezco en tu cuerpo desnudo
donde el azul furtivo
es el canto de las alas
que hiere la dorada piel de los desiertos.

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Parte de guerra

Encendida la piel es recuerdo encadenado
a la rosa de los vientos del destino
armado con espadas de verdades.

Los golpes de la lluvia en el acero
entretejen la memoria de la niebla.

Soy guerrera antigua
sobreviviente de ciclones y tragedias
coleccioné armaduras y quebrantos
bajo el sol destructor de días pasados
seguí los pasos ancestrales
he cantado hazañas y derrotas
conocí el final de este camino
sembrado con espinas y plegarias
en ciertos días de sombra y soledad
una mano de luz me ha sostenido
con la más brutal de las piedades.

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Resplandor alado

Sobre la nube, a veces
percibimos el destello luminoso
de alguna dorada esfera
conducida por los vientos superiores.

Sobre la frente acaso
sentimos la suave caricia
proveniente del reino de los sueños.

Sobre la piel quizá
tras la dulce fatiga del amor
se aleja el rumor etéreo
del ángel que retoma su camino.

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Rue de Saint Michel

Sombra entrepernada con la carne
tu cuerpo que en el mío se estremece
qué infiernos de la fiebre
qué soledades nos habitan
en la cúspide absoluta de la llama
atajo de la muerte
retorno de la piel humedecida

(era preciso hundirse
para lamer el fondo del pantano)

estallan ardientes los jilgueros
destilan la semilla de la luz:
un glande cubierto de rocío
suculento fruto contenido
flor de incendios
saeta helada
bala expansiva del deseo.

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Vuelo de tus besos

para la ciudad de León, Guanajuato

Suave doncella, madre de celeste manto
recibo los pétalos de tu amor inmenso
para vencer a la pantera negra
a la bestia enrarecida
que me habita.

Madre Santísima de la Luz,
bajo tu media luna
todo se transfigura:
bajo tus pies, mi llanto
bajo tu velo, el alba
bajo tu amor, mi vida.

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El aula

El maestro de griego nos decía: Las palabras
macularon su antigua pureza. Las palabras
fueron antes más bellas… Las palabras…

Y la voz del maestro se quedaba prendida
de una tela de araña.
Y un muchacho con cara de Hamlet repetía:
Palabras… Palabras… Palabras…

Pequeños refranes: El que calla otorga.

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Los buzos diamantistas

I

Una nítida noche, en que la pedrería
sideral deslumbrada,
los buzos diamantistas, en santa cofradía,
descendimos al mar…

Puede ser -nos dijimos- puede ser
que la luz de Saturno, diluyéndose, forme
algún extravagante sulfato, alguna gema
nunca vista jamás…

II

Puede ser, nos dijimos…
Lunarios opalinos, Academias
rutilantes de nácar y coral,
donde monstruos socráticos decían
que sólo siendo feo se puede ser genial.

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Temas

No haremos obra perdurable. No
tenemos de la mosca la voluntad tenaz.

Mientras haya vigor
pasaremos revista
a cuanta niña vista
y calce regular…

Como Nerón, emperador
y mártir de moralistas cursis,
coronados de rosas
o cualquier otra flor de estación,
miraremos las cosas
detrás de una esmeralda de ilusión…

Va pasando de moda meditar.

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Amaneceres de noche

Tu cuerpo dormido me lo dice todo,
como el mar de aquella tarde que no volví a ver.

Y yo te miro como si te mirara un muerto,
como si hoy fuera la noche. La única noche.
Yo no quiero que me descubra el sol aquí,
como siempre,
a la orilla de tu piel,
cansado, tembloroso, colgando de la última nota de tu voz,
cayendo de la última nota de tu voz.

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Balada a una morena

Morena como tus ojos y tu cabellera.
Tus ojos como tu piel y como tus ojos.
Tus manos pequeñas y finas como tus manos.
Tu cuello se parece a tu cuello.
Tu cuello en el que quiero dejar, por siempre,
el collar de mi tiempo a destiempo, a tu tiempo;
a tu tiempo que vas trazando con tus piernas,
a tu ritmo, a tu tono.

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Nuevo horario

A la madrugada en punto, antes de que despiertes, escribiré cuatro libros de poesía.
Al quince a las sol, besaré tu boca, tu cuello y ejerceré mis versos en tu cuerpo.
De ahí hasta las mediodía, nos esconderemos del tiempo.
A las viento y tarde, bailaremos en el cielo, plantaremos un árbol, visitaremos al abuelo.

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Pasos y horas

La calle está sola y yo voy solo
y aunque mis pies están cubiertos, sus pasos suenan solos, descalzos:
ecos de mis huellas, latidos de mi corazón que caen y se libran de mi cuerpo.

Mis pasos van,
y yo voy
montado en ellos,
dejándolos atrás, en el ayer,
en el ahora,
en este eterno caminar del tiempo sin tiempo: laberinto sin entrada.

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Pausa

Llegamos ahora a la palabra más sabia y ambigua, el nombre inglés de la pesadilla: the nightmare… que significa para nosotros “la yegua de la noche”
JORGE LUIS BORGES

El reloj cree que son las cuatro de la mañana.
Lo escuchó sin mirarle.

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Uno mismo

Caen las hojas, caen las piedras…
salgo a caminar para perderte
quiero que te vayas
pero vas conmigo,
cambias de acera cuando yo lo hago
me alcanzas, no te veo
me rebasas;
te persigo
caen las hojas, caen las piedras,
caminas para que me pierda
pero voy contigo
cambio de acera cuando tú lo haces
te alcanzo, te rebaso
sigo caminando para que te pierdas.

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Era

Era como la superficie
cubriéndose de niebla;
cristalina en secreto,
profunda para sí.

Ahí
perdura el reflejo incógnito.

Era como la brisa
desparramada por el viento,
en brizna alegre
al conocer el mundo.

Era húmeda la piel,
empapada el alma.

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Andar

Su andar es largo como la tarde,
la tarde, es ella
quien es el alba.

La espalda de sus pasos
es larga como la sombra,
la sombra es ella
quien es la noche.

La tarde es alarga;
más larga es la noche.

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Deshojamiento el aire respirado

Deshojamiento el aire respirado
lengua dolida luz el pensamiento
y llave de ceniza el pedimento
de que el fuego nos diga iluminado

Rebalse de luciérnagas el vado
vaharadas de ámbar y el aliento
arborescencias habla soy y siento
en murmurio aquel tiemblo abandonado

Coruscación y asombro de la brisa
que cuatrocientas voces cristaliza
pajarillo sajado del instante

noventa y nueve veces el diamante
se dice sin decirse en claridades
soplo de oro por vientos de verdades

(Del libro Si la llama, por aparecer en coedición
de Trilce y el Instituto Politécnico Nacional)

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