Surge, a un replique modulado en trino,
del misterio floral en que reposa,
la blanca Eucaristía, blanca rosa
emergente del Cáliz purpurino.
La espiga recibió el Cuerpo Divino,
pero la vid su sangre generosa…
¡El trabajo y la lucha, en dolorosa
íntima comunión de pan y vino!