La lluvia, en alemán, es masculina.
Penetra el ángel del manantial,
caen sus racimos de medianoche
con la furia y el clamor del inocente.
La vigilia espera, la hora espera
la silenciosa red del condenado,
la soga, el fusil, la guillotina,
por el odio ancestral de los vencidos.