No pirdas mano, el tiempo;
en balde es que me digas
las penas que yo tengo
la copa me las quita,
y, pase lo que pase,
tendré que ser ansina,
porqui al ponerme chuco
todito se mi olvida,
me viene guango el mundo
y a naiden pido frías…
Te lo agradezco mano…
bien sé qui harto m’estimas
y que te duele muncho
que mi haiga gúcíto ansina;
pero… es en balde, cuate…
¡Son cosas de la vida!