La ceniza

Diccionario inventario
lista número preciso
cómputo de un idioma
que no podemos entender

Digo que no existe el olvido;
hay muerte y sombras de lo vivo,
hay naufragios y pálidos recuerdos,
hay miedo e imprudencia
y otra vez sombras y frío y piedra.

 » Leer Mas…

Carta al lobo

Querido Lobo:
Llego aquí después de cruzar el mar abierto del bosque,
el mar vegetal que habitas,
el abierto de ira en la oscuridad y la luz que lo cruza
a hurtadillas,

en su densa, inhabitable noche de aullidos que impera
incluso de día o en el silencio

mar de resmas de hojas
que caen y caen y crecen y brotan, todo al mismo tiempo,
de yerbas entrelazadas,
de mareas de pájaros,
de oleadas de animales ocultos.

 » Leer Mas…

La huída

Vivimos como de prestado
vivimos como sin querer
vivimos en vilo y nuestro destino es la espera
vivimos fatigados de tanto sinvivir

Huí, es cierto.

Huir es un naufragio,
un mar en el que buscas tu rostro, inútilmente,
hasta convertirte en náufrago de sal,
cristal en el que brilla la nostalgia.

 » Leer Mas…

El hilo olvida

El hilo olvida,
pierde la memoria que le dicta la postura de sus hilazas y se descompone.
No sabe cómo curvarse para tener la forma del carrete.

El hilo se deshila y entra, indócil, como traspasando
el filo de un grueso cuchillo, en la sabana densa,
en las guías de las hojas del guayabo, en el tallo tranquilo
que se convierte en raíz sin subordinarse, silencioso
y tenaz hasta alcanzar la caña, hasta ser la húmeda tierra.

 » Leer Mas…

Meditación

Aturdidos de tanto saber
y de no entender nada
las cenizas de la memoria
se esparcen en el aire

Una cucharada más de polvo,
tan sólo otra cucharada de nostalgia.
Abre la boca, niña, come y calla.
Cruel alimento es la nostalgia,
naufragio desolado de la vida,
espejo injusto e insaciable.

 » Leer Mas…

Hierba

Allá va la hierba que creció sin tocar tierra.
Va la que no conoció el lodo ni el seco craquelar sin lluvia.
Pasa en flor,
sobre la ráfaga.
Pasa silbante.
Blandida o aventada como arma o herramienta.
No sabe pesar porque nunca ha pesado.

 » Leer Mas…

Prólogo (El libro de Lilit)

Estas ruinas que una vez fueron carne y voz
están hoy abandonadas a nuestro cuidado
somos los responsables de su eternidad

Después de cocinar el adobe
llegó la alegría de los muros
y el aliento de las ventanas

caía la tarde
como por la cuchara resbala la miel
atardecía despacio
dándonos tiempo para entender la noche
descendían las horas
en la desnudez del aire
el viento aromaba las sombras
caída la tarde

el miedo no tenía nombre

 » Leer Mas…

La memoria vacía

1

Trato de oscurecer con mi sombra la tierra del exilio, mi
tierra, ocultarme a la memoria vacía.
No tengo origen.

Formo con mis hermanas un muro inabordable.
Nos cegamos a la tierra que alarga el día de luminoso júbilo,
a sus ojos brillantes donde brotan ciruelas jugosas
y dulces, los animales cálidos y huidizos;
al día de paredes traslúcidas, de corrales abiertos y campos
poseídos por el secreto que han murmurado las semillas al abrirse

He llegado al término de mi sombra: el día tiene abiertos los
muslos y se entrega al gozo insaciable de los hombres.

 » Leer Mas…

Tu cuerpo pulsado por sí mismo

Tu cuerpo pulsado por sí mismo
es en mis oídos viento claro y fresco,
sonido límpido del cobre y del aliento:

eres tus labios rezumantes de lima,
eres tus ojos recubiertos de bruma,
eres tu mano fina ciñéndose cierva:

porque en ti anida el mar, eres su guía,
y de ti la más torpe raíz bebe su espina:

porque tú eres el viento
y eres también la boca virgen
que muchos metros ocultan.

 » Leer Mas…

Europa: Puerto sin mar

En el puerto, un bosque de containers reemplaza a las gaviotas,
y los perros husmeando en los basureros,
a los osos, atados a una cuerda,
bailando al tambor también esclavo.
¿Dónde están las prostitutas que los marinos buscan,
las meretrices de espaldas desnudas, balanceando sus cabellos teñidos?

 » Leer Mas…

EL BRINDIS DEL BOHEMIO

En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.

Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.

El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando al resolverse en nada,
la vida de los sueños.

 » Leer Mas…

Crepúsculo

¡Hora de bendición, hora de calma,
cuánto places al alma!

Los recuerdos de un bien desvanecido
ha largo tiempo ya, su faz doliente
levantan de los muros del olvido
y a reposarse vienen en mi frente.

Dulce, inocente, bella y amorosa,
sueño feliz de juvenil deseo,
entre las nubes de topacio y rosa
de mi primer amor la imagen veo.

 » Leer Mas…

El primer beso

Recuerdos de aquélla edad
de inocencia y de candor,
no turbéis la soledad
de mis noches de dolor:

pasad, pasad,
recuerdos de aquélla edad.

Mi prima era muy bonita,
y no sé por qué razón
al recordarla palpita
con violencia el corazón.

 » Leer Mas…

Mirada retrospectiva

Al llegar a la página postrera
de la tragicomedia de mi vida,
vuelvo la vista al punto de partida
con el dolor de quien ya nada espera.

¡Cuánta noble ambición que fué quimera!
¡Cuánta bella ilusión desvanecida!
¡Sembrada está la senda recorrida
con las flores de aquella primavera!

 » Leer Mas…

Afuera sobre los Llampos

Marcial lamento de las horas
transito por un rostro
sin marcas ni pliegues
simulando tus labios
ese gesto

Los ojos vueltos
en el viento escrito: Ondas
La mar pues bramando: Llama
al ojo que le sonríe
por el ojo que dice
al otro ojo
porque los ojos fueron sacados
mamita
para que nunca vieran

 » Leer Mas…

Loba

De dónde esta mueca
Esta boca este rostro
Esta máscara este abrigo
De dónde esta locura
De acompañarte por las noches
Con este negro y este rojo
Esta bufanda que es una bufonada
Y esta vitrina que devuelve esta pirueta
Esta artesanal pinta hecha a la medida.

 » Leer Mas…

Mala piel

Piel que pora no podría ser otra piel de durazno negro;
pigmento oscuro no otro, más que oscuro, no otro.
Crin sufroso el sayo que lo cubre y tizna,

si aquél blanco horadara negro piel, o la negrura espesa
el corazón tensara rojo piel blanca y por blanca virgínea,
verrugosa la oruga sedara el silencio de aquél vellocino.

 » Leer Mas…

Búscame

¿Qué no me encuentras?
¡Si es que no me has buscado!

Búscame tras tu sombra
o en las retinas de tus ojos claros.
Búscame entre tus dedos
o en tu boca de sándalo.

Yo soy un soplo vivo
a tu vida arraigado.

 » Leer Mas…

Dad limosna a Belisario (I)

Durante muchos años la casa se asentó en tierra firme
estrechándola bajo su peso, y creció con ella,
y la tierra cuarteada en estío por el desplome de sus
músicas
miraba entre torrentes de luz derramarse las fuentes;
así al mirarla desde lejos surgía en la memoria
el despliegue de las horas pasadas, la sucesión
de las habitaciones y los objetos con su historia.

 » Leer Mas…