Hombre, de qué nos sirven las noches
si hemos abandonado el amor
solo a su propia suerte
mudo y arrinconado como una anciana guitarra
que dejó de cantar.
Para qué sirve la brisa, este amarillo que encendimos
los barquitos de papel sobre el estanque del parque
los chingorros brillantes que dejamos
sobre la misma pared donde claváramos, ilusionados,
los sueños.
LAS DIFICULTADES DE UN POETA
QUE ENTRE ESCRITORIOS, MÁQUINAS
Y OTRAS INCONTABLES COSAS
GARABATEA POEMAS
Y LOS VUELVE A GARABATEAR
Quería escribirte un poema
de aquellos nuestros con palabras mezcladas
fresco como la grama del patio
repleto como la tinaja debajo del alero
quería escribirte este poema que te estoy diciendo
pero ya ves que no pude
tuve que agotar mis dedos interminablemente
hacer montones de sobres
doblar papeles cerrar los sobres sellarlos
tuve que alzar el teléfono y responder melodiosa
no, no está, no ha venido
sí, como nó, pase usted
tuve que hacerme sonrisa en cuatro dientes
contestar las preguntas
meterme y salirme de vos miles de veces
pero aunque así,
entrecortado apretujado malhumorado y todo
aún así te parí en esta tarde
con cuatrocientos cincuenta sobres con nombre y dirección
y una fila de incansable preguntones
sobándose la barriga complacidamente.
Interrogantes que no existen
transitan por la madrugada
tu rostro se cuela entre mis sueños
despierta intensidades
y la soledad delinea geométricamente
la figura del frío
en la garganta de mi vigilia.
La espina dorsal de mi poesía
son tus manos
hechas de viento
la yema de tus dedos
husmeando mis secretos
Lloviznó sueños sobre la ciudad
se amaron libres los gatos
flotaron besos enamorados
la gente común tuvo prisa
la noche
sintió miedo de ser etiquetada
se alejó de los conceptos
y detuvo la vida
dibujó estrellas en el suelo
bebiéndose un dolor rosado
para no llorar
el cielo
es un lugar lejano
sin estatuas de poetas
Me elevo en un crespón azul sobre la realidad
juego con la fantasía
el vuelo es acrobático, mágico
mi oficio de poeta pierde solemnidad
la vida me guiña el ojo
es una pelota rodando en sus colores
sobre la cual bailo
desde un baile primitivo
caníbal
hasta un ritmo tecno
aunque prefiero la frecuencia de mi sangre
lo latino de mi piel
el dolor es un dragón que se queda sin cabeza
cuando lo hago desaparecer de un soplo
en su lugar aparecen bandadas de payasos
riendo de sí mismos, de mí, de todos
sin ingeniería
sin academia
solo con soña
Me hice inmensa con la luz de la mañana
dibujé payasos sonrientes en las nubes
traspasé montañas y esmeraldas
y regresé puntual a las 8 menos 15
para perderme en una fila de autos
de gente responsable
Atravesar el túnel de las sombras
con sangre en los ojos
sin rasparse el corazón
es re-descubrir
el hallazgo del amo
Hola luna de mi viernes
una estrella parpadea su universo
ventanita camino
mensaje casi descifrable
Ando y trabajo aquí
pero desde hace cada ves más
esta partícula
esta esencia
se ha adherido libre al viento
a la noche
al verde árbol azul agua
piel de mi planeta ilimitado
viajeros al futuro
este verso no concluye
porque viene despacio hacia donde voy
Una grafía de átomos
con su respectiva memoria genética
algunas curvas
barro
varias líneas florecidas en verde
cabellera líquida
indetenible
adentro una hoguera
invitada a la celebración de la vida
asistió
con un fresco aliento de oxígeno limpio
ingenua bailó la rola progresiva del siglo
parió sobre sangre a sus hijos
no le alcanzaron los dedos para nutrirlos
entregó su cuerpo sin ser ramera
y digna sobrevivió en el amor de su leyenda
Llueve amor mío
y los anhelos se vuelven agua
me gusta nuestra ciudad
mojada y fresca
como hoja de un gran árbol de misterios
si pudiera parar el tráfico
bajar a la gente de sus autos
convencerla de jugar con barcos de papel
las avenidas
serían océanos inmensos y divertidos
sin accidentes de transito
violencia
Un texto para antología
que refleje el estilo que aún no alcanzo
lo ecléctico de esta búsqueda de mi inexistente generación
la voz que por derecho humano me pertenece
mi amor por el idioma que heredé de los venidos del mar
esos ingratos que jodieron tanto a mis ancestros
pero de cuya mezcla hoy me yergo
un texto en clave de locura y fantasías
para que no lo entiendan los que no aman ni han comprendido a Eielson o a Aridjis
que muestre este hastío que disfrazo algunas veces de esperanza
el hastío
si el hastío de vivir a cada instante soportando las secuelas del cuartomundismo
aquí ser o no ser es una condena a cadena perpetua
donde todos somos eslabones
un texto con ritmo propio
que no apueste nada
solo muestre mi conciencia
imperfecta
limitada
temporal
territorio común de anhelos y heridas
que susurre metáforas de pasión y de ternura
la fuerza y el coraje de la palabra empuñada
poesía para súper héroes
que afrontan batallas muchas veces perdidas
pero continúan
poesía escrita en graffiti a lápiz
0 lanzada al ciberespacio
como beso como conjuro
que alcance lo ubicuo
acompañe la evolución
un texto que diga y calle
Navegar silencios
remar con los brazos sin memoria
derretir razón y reflejo
abandonar la barrera entre vida y muerte
pasado y presente
Llegar a la cima de la pirámide
ver flamear los astros
asomarse al infinito
y fluir con destellos propios
como parte de la perfecta inmensidad.
Amanecí más triste que la tristeza
con la vida pesándome en el pecho
sin ganas de inventar esperanzas
es que Dios me ha creído piñata
a cada palazo le devuelvo un dulce
que juego más cansado
Los viajes virtuales me gustan
pero a veces prefiero viajar sobre mis zapatos
gastarles la suela al recorrer la vida
oler la lluvia cuando se acerca
pasar por un café y sentir el olor que embriaga
disfrutar la ternura que me queda
cuando oigo reír a los niños
sentir el corazón con su percusión precipitada cuando hago el amor
o la flauta triste que suena en mí, cuando lloro
Viajar con mi mochila de ingenuidades al hombro
intentando ser libre
con las gafas de sol
para no mostrar a todos
el aguijón del dolor
y el misterio de los gatos que llevo en la mirada
Un gato mira al cielo, persigue mariposas en su imaginación electrónica
las nubes de esta tarde me importan poco
no hay nada de sublime ni cursi en el horizonte
me parece terrible lo vulnerable de la vida
nadie esta seguro sobre sus propios pies
no me gusta imaginar que estamos atrapados en un tiempo sin control
que un demonio con sus garras nos encierra
parece maldición legendaria
Como combatir a los monstruos de la historia y vencerlos
sin transformarse en su reflejo
ingenuamente David venció a Goliat
este texto parece final de fábula y no me gusta la receta
pero con todo este amor rabioso
liberaremos nuestros templos personales
la dignidad que sacie el hambre
por hoy,
aquí les va mi bomba incendiaria de fe
en esta batalla de poesía
sin guerra el triunfo lo estamos ganado
construyendo la paz.
Ahora que
no estoy contigo,
que no estaré
contigo nunca
más,
es bueno que
te diga varias cosas:
te engañé
un montón de veces
con algunos hombres
mucho más jóvenes
que tú
porque sabía que
eso era lo que más
te dolía,
y lo volvería a hacer
créeme
-te lo aseguro-
que fue uno de
los momentos
más felices de
mi vida.
Con mis amigas
todas juntitas
-en los cumpleaños felices-
nos bajábamos las bragas
y meábamos los tiestos del balcón,
meábamos todas las plantas,
hasta los infectos geranios.
Abajo, en la calle, la gente
nos insultaba,
nos llamaban guarras
y de todo.
Conozco a un tipo
bastante vulgar, que
dice ser un
buen padre.
Es de esos que
se levantan
y trabajan,
aunque sólo para
medrar
un poco más
en la escala
social.
Una vez en casa
se vuelve cruel, duro
y egoísta,
y también amenazador.
El telediario; la voz cansina del presentador
agonizando por la 2.
Y las vocecitas de los muñecos infantiles
que dan las buenas noches
a los niños menores de doce años.
Que esta noche, como todas las
demás, volverán a tener pesadillas.
Cuando nací me pusieron
una pieza de Lego
en mi mano
con una nota que decía:
sólo hay otra pieza
– de entre un millón –
que pueda encajar con la tuya,
podrás encontrarla
a lo largo de tu vida,
o no.
Recuerdo a todos y a
cada uno de mis vecinos.
No sé sus nombres
pero sé cómo pisan.
Sé que tienen miedo,
sé que son unos cabrones
que llevan una vida
miserable, y
que no salen de casa.
Yo soy
mi propia secretaria
mi propia
cocinera
mi propia
modista.
Yo soy la que
escribe mis poesías
y mis relatos.
No tengo
ningún ayudante
que haga mis recados,
que ordene mis papeles
que ponga al día
mi trabajo,
que mande los
correos electrónicos,
que conteste a mis mensajes
o que hable
con quien haya que hablar.
¿Qué significa la cuestión del dispositivo?
Entonces sí que no entiendo nada.
Creo en los comienzos
de una historia.
En una mesa amarilla,
teñida para asustarme.
En cuatro rotuladores;
verde, marrón, rojo y negro.
Creo también en los papeles
esparcidos sobre mi mesa,
y en la botella semivacía
que dejé olvidada no sé
cuando.
Quería darle
una sorpresa,
así que para su
cumpleaños le
regaló un seat
850, año 73.
Mi amiga estaba
entusiasmada y
como agradecimiento
sacó el carnet de
conducir y se
volvió dócil.
Ahora se
dejaba follar por
las mañanas,
justo al
amanecer, aunque
detestaba
esas erecciones
matutinas, y
los tipos de ese
calibre que
despiertan a
las chicas en
mitad de un
sueño.
¡Qué cabrón
era Mick!
Decía que no
quería acostarse
conmigo porque
estaba gorda.
No estaba gorda,
Mick,
estaba embarazada.
Qué hubiera ocurrido
si todas esas
niñas bien
de apellidos
compuestos,
de cabellos
claros y ojos
azules
se hubieran
dado cuenta
a tiempo
de que
ningún hombre
las salvaría.
Ahora no estarían
llorando por las
esquinas,
ni sentadas en
los bancos del
parque
en mitad del
invierno
dando de
merendar
a sus hijos
con ese ridículo
corte de pelo.
Los viernes por la tarde
en la autopista de la Y griega
siempre hay colapso.
Y ahora han puesto neones
que indican el número de
muertos que hubo
tal día como hoy
hace un año.
53 MUERTOS EL 15 DE OCTUBRE
DE 2003
dice un luminoso-.
Al teclear me preparo para un nuevo dolor
mis dedos postrados en la mayólica del aire
van por la intransigente línea del tren
Mis dedos enfadados con su instinto de dominación
abiertos a los acertijos de un conductor que no soporta
la espontaneidad de los saludos del otro
sacudiéndose la arena que subrepticiamente
los pelícanos robaron de la playa
el sol que cargué en un sombrero de hojas
de plátano y lancé al otro sol que corría
en el capricho de las olas
que incontrolables los muchachos
en busca de consuelo pretenden civilizar
Saltos equinos que hipnotizadas nubes
conducen al seno denso de su epifanía
Mis dedos que no dejaría prestados a pintor alguno
a cambio de su amor apócrifo.
El tiempo verde botella
se hace trizas en las ventanas occidentales
la cascada intensa y el laser del viento benigno
en guantes blancos
dirige la música en un trotar arrítmico
de ratas mentales
Camino a los vendedores de baratijas
en el mercado de frutas
soñar es intenso como un golpe en el corazón
pero no es ésta la ciudad que se desata las trenzas
ni el corcho que mastico insistentemente
sabe al más grato sabor de la niñez
miro al alto y espigado amarillo
como no será nunca el sol en Lima
los chicos en sus bicicletas acarameladas cual globos
volando contra el viento
¿volaré yo también contra el viento
detrás de una idea que se desvanece iridiscente
en el diente de un jabalí?
El violinista ruso aquel
trabajó todo el día
sin éxito la gitana vendió todo el día
todo el día una cartilla con números de la suerte
parecía emerger
de una enorme falda negra
Los ojos ocultan su perfil en el horizonte
de inmaculados mensajes vacíos
sacuden su cuero cabelludo
de pájaros gritones
sanguíneamente
recorren la ciudad
que un vocerío inanimado
de flores y estupor
ensancha
cada uno tiene un pastor
un campo o prado
un bosque o una jauría vigilante.
En el ruedo agitado
de idas y vueltas contrariada
pesca sin fin milagrosa en el umbral del lago
en la iglesia ortodoxa todos de pie evocan esa humilde
casa de huérfanos en Iráq
cuántos olores oscilan en el astillero para reconciliarse
recuerdo la oscuridad mellada por el paso de las botas
famélicos desorbitados ojos que un cuervo pasea
en el coro rampante de insectos
para dar paso al corazón
entre brazos que acomodados distiguen los almendros
de los rostros distendidos en los
focos de las lámparas cuando
el tren persigue el albedrío de la nieve
y se estrella en la cabeza de un árbol
nombres sobre todo
los tatuajes de las piedras
los cartones de lino que son vestidos de sogas
hamacas donde recostar el cuerpo
Pensar que el camino ha sido largo
ha valido la pena estrellarse contra la pared
rebuscar en las sombras
la señal de identidad el rasguño la crin
sin confesiones ni el embarazo que de a luz el exilio
que no es hacer un recuento del espacio de quién sabe quién
en una celda contando cómo fue tumbándose tras las órdenes
mutilando su sexo la corteza el muñón
aquella noche de Serbia y su mañana en Lima
agonizantes niños de Iráq
cuya comparación más exacta es el mundo
que espera abotagado en la banca
con tantos o más dedos que contar
en los inhabitables edificios de la mente
volados por innumerables bombas
violados por innumerables hordas
aquella noche montada en un pájaro salvaje.
En noches como ésta me acerco
nudo de sirenas y descoloridos carteles hacia el camino
empapada de polvo
en una pintura formidable
dejando atrás recordando
mi voz arrastra su disonancia y sumerge tu sombra en cada estría
del tapiz de oscuridad fulminante
la respiración tensa es el mar
mi tela floreada e invisible la inmensa fogata donde irrumpes
coronado como un bello sueño de palabras fáciles
y no hallas sino caminos
senderos donde desembocan tus manos caudalosas
saltar puentes oasis febriles lagos de paroxismo poéticamente
la desgracia es como un perfume cíclico
en invierno me obliga a tomar tu mano
la otra a tientas recorre confusamente
ilógica un enjambre de rocas jironadas
y crece en los gritos redondos e infantiles
…el mar
el mar
el mar empapa los abismos fosforescentes donde recoges basura
y separas y
seleccionas
y eres una invitación apacible al infierno
todos tus dedos escurriéndose de sudor desoxigenado
detenidos en el cemento estoico como en una película absorta muda
breve
entonces voy tiritando al borde sin sentido y los niños me jalan
enmarrocados a la fuga inevitable del día receptor
que corre en sus cortinas de moscas nocturnas
la tarde fluye
y no necesito una máscara
de aluminio
mi abrigo carga la lluvia furiosa mientras voy ascendiendo
al piso más alto de Pampas
sin margen y la alfombra afila sus contornos
cenizas latas trozos de algo
siempre vivo desintegrándose y los perros insuflan sus gargantas
enmohecidas y desfallecen en la primera tos
es el mismo paraíso perdido final feliz
que ahogo como monedas y lanzo
donde pausadamente se escinde la noche
se hilvanan todos los ladrillos de la ciudad como un pretexto
indiscutible
el jardín del manicomio
la casita de hule sobre una roca
de estrellas gigantes mi sangre pastosa que merodea
como tu naúsea
necesaria y cristalina tanta sed
árboles bolsas flores muros de cemento
mientras el kerosene es lo único que se expande
a cada paso
la única bella
luz prendida
en los fósforos de electricidad.
La camioneta se deslizó como un jabón en la bañera
la muerte disfrazada de poste que en un toldo
la fábrica posesiona en el cielo
Ahí quedaron los tubos chamuscados
que forman un cordel momentáneo de gente
la hipnosis conjuntiva que me obliga a marchar
mientras el aire de todos tararea la contradicción
y en las carretillas un boquete de voces
cuelga del casco indiferente de un soldado
que la velocidad rescata en una mirada de pesca
Los floreros de verduras disipando el estío
de las manos tendidas
Las callosidades de mimbre esperando
el cambio intempestivo de la luz
como si no fuera suficiente el herbolario que mi madre
invoca para espantar lo que se resiste
La suerte hincada en la soldadura de zinc
que un huayno deshoja en el descolorido vertical
de la carretera
Los cerros de hormigón que llenan de plástico el alma.
-Rapsodia Húngara Nº12 Lima-
lamento haberte encontrado así
entre papeles y pericotes polvo y estantes
viejos abogados se preguntan cuál es tu
problema un conflicto no se resuelve con sonrisas
y los conflictos como esta música desgastan
absorben al espíritu más fiel y no queda más que eso:
música temblando en un rincón sacro de la ciudad
manos sin cuerpo dirigiendo una sinfonía
bajo la tolvanera y ya estás atento
a las indicaciones del semáforo a la mujer
que cubre sus uñas con esmalte y rabia
porque es cara y su belleza se ha diluido una noche
fresca que no pudo más con la felicidad de ese
húngaro loco ni con la aparente frialdad de su
sangre azul para los amigos roja para los habitantes
de Doborjan fogoso como nadie
sin rencores Franz creo que estos contactos nos
aproximan aunque estemos lejos
dos siglos atrás Tú dentro de la radio yo dándole
solución a tus problemas que son tan míos como de
la vecina del panadero del guardián: noble estirpe
barrios oscuros -nada codiciosos- me alarman
Con sus derechos -viles- miles -bocas- espadas
salen de sus bocas No es por indiscreción esta escena
en que tu música ha revolcado a muchas jovencitas
y enamorado con astucia al amor con el entusiasmo
propio de la juventud al amor Cien pies bajo tierra
y todavía marchas indagas Ebrio por estos libros
tristes plagado de tristeza ocultándote en los sonidos
ocultándome al mundo la cosa va y no va
así es Sólo a veces me encuentro contigo y sorprendes
a mi escritorio con tu par de guantes
nuevos blancos
y las personas huyen despavoridas porque no te entienden
porque temen la estridente burla de un viejo músico
autodidacta -viejo caprichoso-
el caos que felizmente ordena
que las desordena Ésa es la costumbre aquí todo lo diferente
es sustituido por un poco de pintura y buenos deseos
sonrisas vagas que reprimen: maquillajes
Yo me refugio en esta música demente
Apasionada.
N.N.
-asustado maltrecho
todas las señales le apuntan-
¿qué pasaje llevo en los bolsillos? sin tapa sin
pasaporte la gente se pregunta por mí
los libros se preguntan por mí
dejé mi rúbrica como el perfil los grandes
hombres que pasaron desapercibidos
hasta el día de su muerte
una muerte cruel de brazos
cruzados
el sueño es un cuaderno sin anotaciones reales
y mi vida puede ser vista desde las dos caras
de la moneda una es el brillo del sol
pero no es el sol realmente nunca fue el sol
como todos creyeron el sol -habría que preguntarse
con los ojos cerrados- nunca hubo tal respuesta
sigo recibiendo rayos esclavo dueño de no sé qué
poderes divinos me viene por el lado materno
tanto orgullo tanto orgullo
¿quién dice que lo perdí todo?
Pero sé que estos ruidos
sólo se hacen pedazos en mi cabeza
tic tac borroso de olores pastando en la voluntad
del cuerpo reconstrucciones
que apresuradas regresan con el viento
indiscreto al abrir las ventanas sonoras
El mar era la disipación de mis dudas
el adelanto de un sereno retorno en los pies alados
de un niño varado en las mesitas
colocadas en viejos pasajes de anticuario
que buscan decorar el sol del poniente
Mochileros que hacen cola de polvorienta plazuela
bajo unos binoculares para atrapar el sol
sudamericanos confío en sus deseos
aquel día tope ingenuos fanáticos
tocapuertas
quitatiempo
Porque también me veo a mí
aplaudiendo a la Valicha que odio
y clavaría como un pendiente
en ese mismísimo sol que no siente
pero sonrío
y el sol catapulta unas miradas
que se reciclan en aire papeles carteles
animando a los que se aglomeran interesados
por una vieja cultura interesados
por mí por ti para hacer de éste
camino del inca
una sola fumada.
Puedo dibujarlo
la arena entre los dedos señala el aire de tumulto
que la saliva pesada del polvo convierte en palabras
aún el mar hiede al basural que los pelícanos arrastran
en su infancia de plumas negras
y mi cuerpo huele al alcohol de la limpieza del cuerpo
puedo ver mis movimientos prolongarse al cuello
diáfano del conductor
el calor dopado en los ojos del trabajo del aire
la carretera que los pocos árboles afirman
en el rostro apurado de la gente
en gruesas chompas de piel
que el carbón no mina no desea labrar
más que la música desbocada que algún oleaje
a rastras ha tirado de la boca de todos
sólo anoche éramos más de treinta los que esperábamos
de la mano de un sampedro el verdadero color de los vidrios
la legítima colonia del cuerpo
el idioma que nunca cesa de estallar
Ah viento en estas túnicas de blanco
revienta el pedal bajo esta bota charolada
tan sólo nieve en el cerebro y casi olvido
la llave que me pueda guardar
¿qué más deseo que el polvo digo yo?
Vengo por vos
a decirte que Madrid es pequeño
porque es grande tu amor.
Me gustó Sintra en Portugal
pero no me robó los ojos.
Aquí estoy, Cantarely,
con mi boleto del metro sin caducar,
con un boleto de avión adelantado
y los deseos de abrazarte las esperas diarias.
La palabra beso besa,
besuquea, muerde, acaricia,
acosa, aceza, aproxima…
La palabra beso viene,
persuade, seduce, enloquece,
silencia, mueve, imagina…
Tiembla, murmura,
se acerca, llega, explota…
Obsesiona, susurra.
La palabra beso atrapa,
desnuda, acusa, decanta,
despierta, retiene y besa.
Tengo una contorsión inverosímil
de un verso irreverente que me duele?
Tengo un impulso atorado
a medias de la palabra razón cuando razono?
Tengo una canción de protesta
que no logro escuchar cuando la canto?
Tengo un poema entre ceja y ceja
agrietando la impasividad de mi hora cotidiana?
Caminando por atardeceres grises, lluviosos,
sobre las calles de un Madrid desconocido
pienso en mi tercer mundo tan lejano;
luego regreso a llorar mis versos gaudianos
con maestrías de la Real Academia Española
para esperar desesperada en un pueblecillo
a que mi tercer mundo crezca?
Tiras de mí, suave, certero;
vienes del sorbo a borde del labio sediento,
vienes del eco óntico divino,
de la cabal idea, de la espera metafísica
y me enjambras de emociones.
A pique en frenético entregarse
le ofrendo la entraña del volcán,
la tierra fértil, la mirada abierta.
La pasión habita en las aceras;
el brazo del mañana me detiene con su luz,
y enclítica en la mirada del destino
me desnudo en la orilla de los horarios.
Hoy no huyo, restablezco el valor,
y Dios celoso me mira idolatrar mi diosecilloВ…
muere el entorno poco a poco
mientras resucitamos completos,
y crecemos y crecemos gigantes,
titanes del amor que detienen el número siete
de las arenas que nos cuentan la vida.
Horas declinantes que se deshacen en el polvo,
árbol podado soy que está sufriendo,
quiero romper esta corteza que me ahoga
y desplegarme por un aire nuevo.
siglos… la vida me lleva.
Boga en mí el tallo que asciende
en doloroso existir a inventar un roce nuevo al aire
y a la luz; pero…
árbol podado soy que está sufriendo
árbol podado soy que está sufriendo
El dolor es angustia, congoja, tormento.
Mi Sonajero?
Cuanto te quiero!
Mi son son-ido?
Mi son son-oro?
Mi son son-risa?
Mi son son-rojo?
Cuarenta fones?cuarenta fones?
Son. Son. Son. late?
Que yo te ate
A mil cocoteros
Para besarte
Amor entero?
Es el río corriendo,
vena de la tierra. Vida.
Aire, soplo vital,
hálito divino,
una fuerza gigante
en la que me abismo.
Un dolor ancestral
que se agrieta en el pensamiento.
Una fácil palabra
que se crece adentro.
Amiga a la que amo: no envejezcas.
Que se detenga el tiempo sin tocarte;
que no te quite el manto
de la perfecta juventud. Inmóvil
junto a tu cuerpo de muchacha dulce
quede, al hallarte, el tiempo.
Si tu hermosura ha sido
la llave del amor, si tu hermosura
con el amor me ha dado
la certidumbre de la dicha,
la compañía sin dolor, el vuelo,
guárdate hermosa, joven siempre.
Aunque bien sé que no me extrañas,
aunque tengo la razón, me acuerdo:
el cáncer terminó; te ausentas
por todo lo mal que supe amarte.
Ya fui desventurado cuando
estuviste aquí, y en el momento
donde te vas, me desventuro.
Centímetro a centímetro
В—piel, cabello, ternura, olor, palabrasВ—
mi amor te va tocando.
Voy descubriendo a diario, convenciéndome
de que estás junto a mí; de que es posible
y cierto; que no eres,
ya, la felicidad imaginada,
sino la dicha permanente,
hallada, concretísima; el abierto
aire total en que me pierdo y gano.