Para la que en su marcha

Para la que en su marcha, jamás desaparece,
para la que es siempre su infinito posible
para la que llena con su abierto sonido
inescrutables rutas al balcón de mi ojo,
para la que despliega como bordada falda
su serpiente de luces
al lomo imperativo de las noches,
para la que monta, al amanecer,
su carroza de luz y la derrama
en esa interminable espiral de su espejo,
para ella,
se levanta mi corazón
como un gran viento y canta,
la resonancia del jazmín,
su centro.

 » Leer Mas…

Ocúpame

Ocúpame, temporal, al barroco de la oreja
Manta-raya de lengua déjame atravesar tus formas
redescubriendo latitudes al arrecife de tu córnea,
y júntame de lleno en apetencia marfil contra marfil,
abriendo a enamorada línea tus pezones,
desintegrando el control que reside en tus tobillos
hasta sentir como sortija la presión de tus piernas,
a punto de explosión tensar la aorta.

 » Leer Mas…

En el Exilio (III)

El camino se ha detenido.
El frío se cuela penetrante en mi alma.
¿Soledad? Sí, siempre
estuvo allí. Indecibles
las palabras se quedan estáticas
mudas ante mí.

El silencio abrumante
es cristal opaco que se quiebra
en las horas de café, cigarrillos
notas cuadrando en mi horario.

 » Leer Mas…

La madre que ahora tengo

La madre que ahora tengo es la misma y es otra entre las muchas
de las cuales he sido nacida,
no me levanta como en otros tiempos en antiguo lenguaje judío
ni tampoco me levanta en lenguas arameas,
ni siquiera en un árabe olvidado que todavía tiene resonancias
entre los dientes de mis tatarabuelos
o en esas otras lenguas de los que pasan
sin saber que sus sonidos también me pertenecen
y que me viven por encima de mis presentes apellidos.

 » Leer Mas…

En el exilio (IV)

Marzo 12, 1982

¡Amo esta quietud!
Amo este momento que puedo llamar mío.
Este silencio que musita dulces misterios a mi alma.
Contemplo la distancia de los astros
sabiendo que soy parte de este vasto Universo
y la dicha de comprender mi existencia
es realidad y testimonio de mi verdad interna.

 » Leer Mas…

Hay un nano Segundo de mis labios

Hay un nano Segundo de mis labios
cuando se mueven sobre tu clavícula
hablando un idioma de particularidades
inherentes sólo a ese otra aromática fuerza
que emana de tu entrepierna frente a mi deseo
de tenerte y desintegrarte
en un ritual de espasmos o voraces silencios,
sitio donde te sabes francamente mujer
orquestando tus ganas de mí sobre tu cuerpo,
pintándome los flancos ,las rodillas , los senos
con tu saliva ,con el tenso calor que emana
de tu sexo cuando nos encontramos.

 » Leer Mas…

Lamento indígena

Cuando me duelen mis hondas raíces
cuando el grito de la tierra
abierta en surcos multitudinarios
me llama a voces calladas.
Cuando la huella de las carretas
y el susurro de la milpa
el temblor de los guarumos
del cacao en flor
y el crepitar del río y la cascada
son un torrente de lamento indígena
sobre mi estirpe Pipil y Maya
sobre mi color canela
y mi pelo de negro acento.

 » Leer Mas…

Hay cuartos que sostienen en medio de sus ruidos

Hay cuartos que sostienen en medio de sus ruidos
la raíz de un silencio tan profundo
que los relojes enmudecen
y hasta los calendarios son capaces
de perder el conteo de los días,
vaciando entre su páginas
los símbolos que definen facetas a la luna
y a los espacios de la voz o las manos,
haciendo de la respiración otro instrumento
donde eliminar sonidos a la garganta
robando al plexo solar
su maravilla, su pasión de vida.

 » Leer Mas…

Mar con rumor de gaviotas

No sé si llego o si regreso.
No sé si me esperabas o si me buscabas.
No pregunto. Tampoco respondo.
Te traje a mi dimensión de arrecife y coral
porque tu barca atisbaba mi horizonte.
Navegaste con hábil precisión
entre mis acantilados
desafiando mis olas embravecidas
y el compás y la brújula
te fueron inútiles para conocer
el rumbo de mi viento.

 » Leer Mas…

Hasta que llegues XX

Hasta que llegues
viviré
en un duro color
de suspensión;
no habrá más nada
ni nadie más
me contendrá
en un gesto
de fronda
y temporal,
seré una casa
de vacíos espejos
aguardando
que tu presencia en mí,
por lo cercana,
nuble el azogue natural
del cuerpo
hasta verme
ya toda respirada:
labio sobre la línea
de tu nombre
navegaré un vacío
de palabras
habitaré los filos
del aliento,
marea en las resacas
de la espalda,
vuelco de corazón
que sólo puede
para sentirse
en humedad,
ser barca.

 » Leer Mas…

Has estado cayendo

Has estado cayendo
todo el día
como un distante filo
hacia mi rostro
hablando tu vivir
con mi memoria;
no quiero ser
testigo a tu presencia
logro ausentarme a ratos
de tu asedio
de tu constante diálogo
a mi frente,
que como tú, se me hace imprescindible
pone fiesta a mi piel
cuelga piñatas
al corazón
y tira sin piedad
de mis sonrisas
hasta ponerlas
del color del aire:
allí vuelas cometas,
coroneles de luz
como tus ojos
que se repiten
en sin final imagen
de reflejos;
sólo entonces
la niña que soy
bate las palmas
mueve los invisibles hilos,
te convoca,
maniobra tu presencia
en el espacio,
que ya es varilla
en un papel de china
en perfecto equilibrio
con mi atmósfera
y la mujer en mí
casi contempla
en silenciosa soledad
los giros
de tu ausencia
cercando mi cabeza,
el voraz contrapunto
de ese juego
donde la sombra de tu amor
me roza.

 » Leer Mas…

Monólogo

Hoja del árbol desprendida.
Cuerda solitaria
suelta de la guitarra del tiempo.
Mis raices enredadas en el vacío
tienen la curvatura de la distancia.

Viajo por los albores del día
como un tintineo campirano
con presunciones de catedral.

 » Leer Mas…

Fluyendo en largo gesto

Fluyendo en largo gesto
fabricas las mareas
Luna o mujer
así te haces presencia.
Los espejos de tus ojos
guardan peces y cosas repentinas:
barcos que se han perdido,
mapas para llegar al punto más frágil
de una orquídea
y un tiempo sin relojes contra tu hombro izquierdo,
allí el deseo se mueve como una sinfonía,
gravita entre los caracoles,
marca los arrecifes del color de tu pelo,
habla con el lenguaje que tienen tus pezones
y dictan a las nubes lugares no antes vistos.

 » Leer Mas…

Como verbena mi boca I

Como verbena mi boca
se detiene frente a ella.
Nadie es capaz de conversar
la historia que sin esfuerzo crece
a su secreto de constelaciones.
Quién puede descifrar este gran hábito,
esta manera de encallar el hambre
en la continua furia de los higos;
atómica raíz reconstruyendo el gusto,
desvistiendo presencia entre los dientes.

 » Leer Mas…

Como hilo ensartado en ricas turquesas

Como hilo ensartado en ricas turquesas
los ojos se nos fueron anegando
con la fuerza de lo desconocido,
logrando así que lo visto y soñado
por mis Nietas- Primas, las Diosas
nos fuese penetrando las esquinas
donde las miradas se hacen posible
ensañándonos el misterio de la Flor
el perfil de las criaturas,
lo creado en ellas y de ellas
mucho antes que sus principios
ahuecaran la huella de la imperturbable
de la cual el nacer fabrica toda especie
en el paridor vientre de Esa,
que nadie sabe ni sabría comprender del todo.

 » Leer Mas…

Adrenalina en el sabor IX

Adrenalina en el sabor de mangos, te voy a seducir,
envés de esas ausencias de estarle a los contigos,
abecedario deshabitando el marco de vivir al múltiple.
Quiero encontrar espacios que van a fabricarse:
antiquarium a ritmo de presencias en calles por llegar;
quiero imaginarias tiendas, azules adoquines,
cuartos recopilando encantos a tus pasos;
sitios donde comprar miniaturas, relieves o descuidos
dejados por la huella de tu cuerpo, maravillas de olor
que van permeando sin pensarlo siquiera:
tijeras de marfil, vasos, horquillas, brújulas,
abanicos, cartas, peines, memorias de tu pelo.

 » Leer Mas…

Quemadura de Luz

Hay un sueño mío que se me está yendo
de las manos como gaviotas en el océano.
Hay un adiós que remonta las montañas
de tu mundo desvanecido en neblinas
pintando el paisaje de una soledad inhabitada
de una soledad que se quedó huésped permanente
de mis patios y balcones
de mis fuentes y grutas.

 » Leer Mas…

Recordándote

Presente, vivo ¡Ahora!
Rodar, volar
y…llorar.
Todo junto
al lado
de golpe
bajo azul y verde
volver…¡Volar!
Buscarte, enredarte
quedarme quieta junto a ti
tórtola, golondrina
madeja desmadejada
dispersada en pedazos.
Quereres, amores y amaneceres.

 » Leer Mas…

Villa Cortés

La casa donde crecí en Sonsonate.

Y al volver la vista
el regalo se vislumbra, se toca
en su verticalidad palpitante, intraducible.
¡Ah, la luz entre los pliegues de la sombra!

Torneces dentro de la rigidez
de estas líneas deterioradas
abruptas y filosas
cortando el antiguo placer
de los espacios abiertos
de las ventanas cuadrangulares
perdidas en su propia existencia.

 » Leer Mas…

Aniversario

¡Hoy cumpliré veinte años: amargura sin nombre
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre
de razonar con lógica y proceder según
los sanchos profesores del sentido común!

¡Me son duros mis años –y apenas si son veinte– ;
ahora se envejece tan prematuramente,
se vive tan de prisa, pronto se va tan lejos,
que repentinamente nos encontramos viejos,
enfrente de las sombras, de espaldas a la aurora,
y solos con la esfinge siempre interrogadora!

 » Leer Mas…

Danse d´Anitra

Va ligera, va pálida, va fina,
cual si una alada esencia poseyere.
Dios mío, esta adorable danzarina,
se va a morir, va amorir… se muere.

Tan aérea, tan leve, tan divina,
se ignora si danzar o volar quiere;
y se torna su cuerpo una ala fina,
cual si el soplo de Dios la sostuviere.

 » Leer Mas…

El alma en los labios

Para mi amada

Cuando de nuestro amor la llama apasionada,
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
lejos de tus pupilas es triste como un niño,
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.

 » Leer Mas…

La ronda de noche

Rueda como una lágrima en la atmósfera fina,
la voz del campanario antiquísimo: la una…
y su eco pasa, leve como una ave marina,
sobre los techos blancos de escarcha de la luna.

Finge una lanzón la antigua torre de San Alejo,
a cuyo extremo brilla, temblando una estrellita…
húmedos callejones… Casas de tiempo viejo,
con ventanas que el viento, como un ladrón, agita…

Una copla canalla tiembla en el aire puro…
guiña un farol, su guiño se refleja en el muro
y hace mayor el duelo de los sucios portales…

El paso de la ronda se pierde en la calleja
y el rumor de las ramas, en la penumbra, deja
épicas remembranzas de días coloniales.

 » Leer Mas…

Lo tardío

Madre: la vida enferma y triste que me has dado,
no vale los dolores que te ha costado;
no vale tu sufrir intenso madre mía,
este brote de llanto y de melancolía.
¡Ay! ¿Por qué no expiró el fruto de tu amor,
así como agonizan tantos frutos en flor?

 » Leer Mas…