ROCE DE LÍMITES

Esto que se termina soy yo. No puedo pasar de mí.
He llegado hasta mis propios bordes;
rebosaría, derramándome, si quisiera
a la Puerta de Dios llamar.

Una mirada en sí; unos sentidos todos
dentro de ellos mismos… Soy ahora
el límite total de la criatura.

 » Leer Mas…

TODAS LAS MIRADAS

Las miradas son árboles que se deshojan.
Hay que penetrar lo compacto,
que taladrar el misterio para descubrir el suelo
cubierto de álamos, de olmos,
de palmípedos cedros.

La prieta vegetación humilla bajo el peso del tiempo
su copiosidad radiante, de éteres húmeda…
¡Ah el precipitado ímpetu
de las ramas, de las miradas
cortándose de sus troncos!

 » Leer Mas…

Ahí, donde la piel se funde

Voy a tu cuerpo,
agazapada,
cautelosa
de la mirada del miedo;
verdugo que asesina
a golpes de soledad.

Fugitiva,
arribo a tu blanda estación
recorriendo a besos lentos
el refugio donde desvalijo caricias
que me enmohecían las manos.

 » Leer Mas…

En algún sentido

Escucho tu carne suave
oscuridad
penetrando la mente
como gusano de terciopelo
que desata convulsiones en los dedos
torpes
tristes extensiones venosas
cascadas de sangre fría

Veo tu aliento insinuante
reto
que escala montañas de espeso humo
restaurando caminos cóncavos
abismos casi
tumbas crecientes
al riego de gotas perpetuas
de nubes hinchadas de dolor

Siento tu abandono travesía
tacto
que desciende entre enredaderas mansas
descansando en los bordes
húmedos de profunda grieta
avidez
de cruzar palpitantes tierras
no conquistadas

Quizás sea tarde
de silencio.

 » Leer Mas…

Alba

Orífice del alba, dulce loco,
alucinada estoy en tus colores,
si me pintas la noche de temores
en el amanecer dórame un poco.

Después verás qué pájaros convoco
para que te rindamos los honores
porque eres hacedor de los albores
y principio de todo lo que toco.

 » Leer Mas…

Alondra

Todo el año caído, todo el año,
polen sin rumbo, tierra sin semilla,
algo que muy adentro se apolilla
y algo que por afuera se hace daño.

El aire huele como a desengaño,
algo se pudre, algo está en la orilla
y mientras el otoño se amarilla
el ambiente se torna más huraño.

 » Leer Mas…

Balance

Tanto pugnar por definir la vida,
tanto por detener el tiempo breve
por sostener el pulso que nos mueve
por dejar testimonio de la huida.

Y ver la primavera malparida
o el verano febril que nos remueve,
el otoño temblón que nos conmueve
y el invierno en su muerte desceñida.

 » Leer Mas…

Boca

En donde la sonrisa es un suceso,
agresor el contorno de castigo,
el labio al rastrear, como enemigo,
la mordida ritual y nido el beso,

en donde tiembla el corazón opreso
porque al salirse quiere estar conmigo,
de otra finalidad su fin desligo:
forjada solamente para el beso.

 » Leer Mas…

Cuello

Algo de orgullo, mucho de eficacia.
Por sostener con propiedad la cumbre
el cuello toro se alza en reciedumbre
y afina los contornos de la gracia.

El sol de todos vuelca democracia
y en la nuca te da besos de lumbre,
mientras la voz naufraga por costumbre
en el silencio de tu idiosincrasia.

 » Leer Mas…

Desayuno

Si es que me siento sola, no me importa.
Con el ego me baño narcisista,
ante el espejo me hago una entrevista
y escribo lo que el vidrio me reporta:

la vejez asomada que soporta
un espíritu fuerte y optimista,
hay mucho más de risas a la vista
porque el dolor la vida nos acorta.

 » Leer Mas…

El primer recuerdo

¿Desde cuando tenemos memoria del primer recuerdo? ¿Creen ustedes en los famosos traumas de la tierna infancia? ¿Los psicólogos pediátricos han encontrado una veta minera aún en tiempo de crisis?

Porque luego escucho que al senador Fulano le quitaron el chupón de manera brusca y precoz cuando era bebé y el psicólogo descubre que por eso se dedica ahora al ‘chupe’ (viene de chupón) con grave deterioro del pacto federal.

 » Leer Mas…

Historia

¡Ay primavera, primavera suave!
Érase una mujer que compartía
el humus de la tierra, la armonía,
el árbol fácil y el nidal del ave.

Érase una mujer como una llave
con la que abrir un mundo de alegría,
una mujer, fugaz sabiduría,
pacífica guerrera, beso en clave.

 » Leer Mas…

Homenaje

¿Homenaje?

Cada día recojo mis cenizas
sin darme cuenta de mi decadencia
exenta de quejumbre o de dolencia
asumiendo el trabajo con más prisas.

‘¡Qué bien estás!’ -me dicen con sonrisas
las compañeras de mi adolescencia.
No respondo igual, porque en conciencia,
al revisarlas, están hechas trizas.

 » Leer Mas…

Llanto

Viuda de ausencia toco la mañana,
es tan igual invierno y lejanía,
que quizá se pudiera se podría
abrir la noche junto a tu ventana.

Al gallo inútil con su inútil diana
en el alba su canto estrellaría,
no pasaría el sol no pasaría
envuelto ya de noche en su sotana.

 » Leer Mas…

Paisaje

Amor, amante, amado, yo te digo
con letras rojas toda mi alegría,
por ti la pena entera gozaría,
sin ti la dicha fuérame castigo.

Amor, amante, amado. Me enemigo,
si el amor me retira compañía,
porque sin ti la vida es ironía
y lenta muerte que en afán persigo.

 » Leer Mas…

Piel

Tu piel madura, festival al tacto,
como llovida en plenitud te envuelve,
si a veces en follaje se resuelve,
con la aridez en otras hace pacto.

Camino de la seda tu contacto
en bengalas de sol se desenvuelve
porque magnética, termal, devuelve
las corrientes oscuras de lo abstracto.

 » Leer Mas…

Primavera

Qué aleluya volver de la ceniza,
reconstruirse y nacer de nueva cuenta,
volver los dos con unidad violenta
y retomar la vida con más prisa.

Ver nuestra primavera que improvisa
con flores y con tallos su herramienta
y sentir que la savia nos fermenta
y que ya somos miel, calor, sonrisa.

 » Leer Mas…

Sueño

Estás bajo mi lámpara dormido
y en sueños luchas, gimes, te retardas,
estás bajo mi lámpara y te guardas
como si bien despierto fueras ido.

Huyes quizá, tu pecho está vencido,
pero buscas mi mano y te resguardas,
respiras hondo y el aliento tardas
como en rotunda vocación de olvido.

 » Leer Mas…

Vello

Césped infante cubre tu llanura
a tornaluz tal vez rubio de paja
que ahí donde la luz se resquebraja
en bosque limitado se inaugura.

Alfombra tierna, dime ¿de qué hondura
nació la sangre que en tu piel trabaja,
para que germinaras con ventaja
y más seda se hiciera tu envoltura?

 » Leer Mas…

Viento

¡Qué fantasma es el tuyo! Qué presencia
derrama exacto cuando lo convoco:
reconstruye tu olor, tus pasos, toco
la superficie de tu residencia.

¡Qué forma de copiarme tu apariencia!
Qué completo tu abrazo si lo evoco
y cómo se disuelve poco a poco
en esta larga noche de la ausencia.

 » Leer Mas…

Ese Cristo

Ese Cristo de tápalo encarnado,
de terciopelo recamado de oro
me causa espanto, compasión, azoro
y lo llevo en mis ojos reflejado.

Ese Cristo en su cruz crucificado
me mira tenazmente y sin decoro
Él sabe que al mirarlo siempre lloro
y me pide por mi ser desclavado.

 » Leer Mas…

Polvo (fragmentos I)

… y en polvo te convertirás.
Génesis, capítulo 3, versículo 19

I

Me envuelve el polvo, y me inquieta.
¿Por qué vendrá de tan lejos?
Y ¿cómo en residuos viejos
mundos pasados sujeta?
-El polvo no tiene meta,
ni principio habrá tenido;
sé que siempre ha contenido,
en su eternidad convulsa,
la arcana fuerza que impulsa
a lo que es y a lo que ha sido.

 » Leer Mas…

Polvo (fragmentos II)

De lo gris me salí,
y al polvoriento gris he retornado.
¡Cuanto yo concebí,
sólo fue imaginado,
que el realizar a mí me está velado!

Va a perderse mi huella…
Sólo soy llamarada del destino;
una loca centella
que tiene el desatino
de pretender que el polvo sea divino.

 » Leer Mas…

Por qué me desprendí

¿Por qué me desprendí de la corriente
misteriosa y eterna en la que estaba
fundida, para ser siempre la esclava
de este cuerpo tenaz e independiente?

¿Por qué me convertí en un ser viviente
que soporta una sangre que es de lava
y la angustiosa oscuridad excava
sabiendo que su audacia es impotente?

 » Leer Mas…

Abierta

I – Filo de luz…

Filo de la luz
fruta abierta que a la noche
vuelves fuego
y que a la llama cambias en fresco sentido:
llego a buscar tu aliento:
más sedienta:
pozo de amor que me asombras,
cántaro de día.

 » Leer Mas…

Azogue

Vivimos de costado
pasamos de puntillas
Gracias a dios nadie quedará para recordar
en nombre de quién
habrá de dirimirse la venganza

Cuando el tiempo se escapa sin rostro de las manos
dejando un polvo amarillo en el azogue
es menester estar atentos.

 » Leer Mas…

El rastro

Somos materia de extrañeza
quién nos lo iba a decir nosotros
que hemos sufrido tanto
Pero nuestra memoria no arde
y ya no sabemos morir

Memoria de la vida,
memoria de los días y la vida,
cuchillo que abre el mundo
esparciendo unas vísceras que no consigo descifrar.

 » Leer Mas…

El vuelo

La vida nos sabe a poco
el mar no nos basta
Somos un signo de interrogación
que ha perdido su pregunta

Y sobre todas las tristezas
el vuelo ensimismado del trapecio

-pronuncié tu nombre más solitario
tu nombre hecho de ausencia
mínimo conjuro de sílabas que nombra
la falta sin límites de tu tamaño
palabra inhóspita que lleva
a una región de aire
en la que el equilibrio es un calvario

-conozco bien esta vocación de aire
esta opulenta miseria
este esplendor de la tristeza
este ultraje de las redes y del tiempo
Conozco bien el desatino
de las palabras que nombran las ausencias

Huir es regresar eternamente

 » Leer Mas…

Agua oscura

Es hablar de la llanura que se quiebra en la noche,
interminablemente oscura,
que se desborda al horizonte, silenciosa y sin límite

El círculo roto, el murmullo que desatendido se multiplica,
se convierte en un ejército con mil frentes,
sonido inacabable, incomprensión inacabable

(es tu olor la firmeza única,
la única sobrevivencia del sabor del día)

Tengo abiertas las manos para tocar la caída de agua oscura
que en múltiples texturas se desenmaraña
He abierto conscientemente las manos: nada me detiene, nada detengo.

 » Leer Mas…

Junto a la puerta

La casa está vacía
y el aroma de una rencorosa esperanza
perfuma cada rincón

Quién nos dijo
mientras nos desperezábamos al mundo
que alguna vez hallaríamos
cobijo en este desierto.
Quién nos hizo creer, confiar,
-peor: esperar-,
que tras la puerta, bajo la taza,
en aquel cajón, tras la palabra,
en aquella piel,
nuestra herida sería curada.

 » Leer Mas…

La ceniza

Diccionario inventario
lista número preciso
cómputo de un idioma
que no podemos entender

Digo que no existe el olvido;
hay muerte y sombras de lo vivo,
hay naufragios y pálidos recuerdos,
hay miedo e imprudencia
y otra vez sombras y frío y piedra.

 » Leer Mas…

Carta al lobo

Querido Lobo:
Llego aquí después de cruzar el mar abierto del bosque,
el mar vegetal que habitas,
el abierto de ira en la oscuridad y la luz que lo cruza
a hurtadillas,

en su densa, inhabitable noche de aullidos que impera
incluso de día o en el silencio

mar de resmas de hojas
que caen y caen y crecen y brotan, todo al mismo tiempo,
de yerbas entrelazadas,
de mareas de pájaros,
de oleadas de animales ocultos.

 » Leer Mas…

La huída

Vivimos como de prestado
vivimos como sin querer
vivimos en vilo y nuestro destino es la espera
vivimos fatigados de tanto sinvivir

Huí, es cierto.

Huir es un naufragio,
un mar en el que buscas tu rostro, inútilmente,
hasta convertirte en náufrago de sal,
cristal en el que brilla la nostalgia.

 » Leer Mas…

El hilo olvida

El hilo olvida,
pierde la memoria que le dicta la postura de sus hilazas y se descompone.
No sabe cómo curvarse para tener la forma del carrete.

El hilo se deshila y entra, indócil, como traspasando
el filo de un grueso cuchillo, en la sabana densa,
en las guías de las hojas del guayabo, en el tallo tranquilo
que se convierte en raíz sin subordinarse, silencioso
y tenaz hasta alcanzar la caña, hasta ser la húmeda tierra.

 » Leer Mas…

Meditación

Aturdidos de tanto saber
y de no entender nada
las cenizas de la memoria
se esparcen en el aire

Una cucharada más de polvo,
tan sólo otra cucharada de nostalgia.
Abre la boca, niña, come y calla.
Cruel alimento es la nostalgia,
naufragio desolado de la vida,
espejo injusto e insaciable.

 » Leer Mas…

Hierba

Allá va la hierba que creció sin tocar tierra.
Va la que no conoció el lodo ni el seco craquelar sin lluvia.
Pasa en flor,
sobre la ráfaga.
Pasa silbante.
Blandida o aventada como arma o herramienta.
No sabe pesar porque nunca ha pesado.

 » Leer Mas…

Prólogo (El libro de Lilit)

Estas ruinas que una vez fueron carne y voz
están hoy abandonadas a nuestro cuidado
somos los responsables de su eternidad

Después de cocinar el adobe
llegó la alegría de los muros
y el aliento de las ventanas

caía la tarde
como por la cuchara resbala la miel
atardecía despacio
dándonos tiempo para entender la noche
descendían las horas
en la desnudez del aire
el viento aromaba las sombras
caída la tarde

el miedo no tenía nombre

 » Leer Mas…

La memoria vacía

1

Trato de oscurecer con mi sombra la tierra del exilio, mi
tierra, ocultarme a la memoria vacía.
No tengo origen.

Formo con mis hermanas un muro inabordable.
Nos cegamos a la tierra que alarga el día de luminoso júbilo,
a sus ojos brillantes donde brotan ciruelas jugosas
y dulces, los animales cálidos y huidizos;
al día de paredes traslúcidas, de corrales abiertos y campos
poseídos por el secreto que han murmurado las semillas al abrirse

He llegado al término de mi sombra: el día tiene abiertos los
muslos y se entrega al gozo insaciable de los hombres.

 » Leer Mas…